ENTREVISTA: Robles en Burdeos, retorno y añoranzas

Confieso que tal observación me dejó sin respuesta por unos segundos, no porque no hubiese deseado ni propiciado incluso, nuestro reencuentro, sino por el mero hecho de no haber batallado hasta la saciedad en el afán de materializarlo.

En ese sentido, creo que hasta ahora el guantanamero de 27 años de edad me tiene la batalla ganada. De lo contrario, cómo explicar que durante ese tiempo se mantuvo carburando sus turbinas, alimentando su sed de devorar obstáculos en las inmediaciones del Estadio Panamericano para patentar su retorno al circuito de pista cubierta.

Burdeos, Francia, marcó el retorno del hijo pródigo del gurú Santiago Antúnez a la alta competición. Para nada casual el hecho de que su retorno tras una temporada ausente se haya patentado en suelo galo, pues precisamente el Club AS Mónaco lo fichó en junio del 2013 y le otorgó una «licencia regular» que lo habilita para competir en determinados mítines, luego de la expulsión acuñada por la Federación Cubana. Esa a grandes rasgos es la condición que ostenta Robles, más allá de encontronazos, decisiones desacertadas y políticas o concepciones distorsionadas. En lo personal, a veces pienso que nacimos para armar tempestades en vasos de agua.

Volviendo a las pistas, el obstaculista guantanamero signó su debut con éxito, pues a pesar de oficialmente terminar segundo, registró el mismo crono del estadounidense Jarret Eaton (7.67 segundos) y le ganó el primer pulso particular de la campaña al rankeado ruso Sergey Shubenkov (7.69). El anfitrión Dimitri Bascou (7.70), el polaco Dominik Bochenek (7.88) y el italiano Lorenzo Perini (8.03) ocuparon las plazas de retaguardia, según información aportada por la colega Lilian Cid.

Cuando nuestra plática retornó a los cauces normales, marcada por mi creciente interés en su condición y la proyección de sus horizontes, Dayron aceptó a darme algunos pormenores:

—Los inicios siempre son fatales, brother, sin embargo, creo que para el desgaste que me produjo el viaje y prácticamente no haber dormido, en la competencia todo salió bien. Eso es parte de esta vida, con el tiempo uno se adapta.

—¿Qué otras confrontaciones tienes proyectadas?

—La intención es retornar a la elite, pero es un objetivo que no se materializa de un día para otro. La intención es hacer de tres a cinco carreras acá en la gira. Mi próxima parada será el jueves 30 en Dusseldorf.

Decir Dusseldorf para Dayron significa saborear gratos recuerdos, pues justamente allí, en el 2008, sus zapatillas sacaron chispas de la pista con cota de 7.33 segundos, la segunda mejor marca en la historia, solo superada por los «galácticos» 7.30 de Collin Jackson en 1994.

—¿Qué hay de cierto sobre tu posible participación en la Copa Cuba?

—Hasta ahora solo la intención de mi preparador y mía de correr. De aprobación nada. Es muy probable que esté, pero en las gradas, mirando la competencia.

Confieso que con la demora para contestar esa interrogante descubrí, aun sin mirarle el rostro, una dosis grande de añoranza en Dayron. Lógicamente lo golpea la nostalgia de correr en y por su país, la ha hecho manifiesta incluso…

Antes de partir hacia su cruzada europea, Robles, en recientes declaraciones a la agencia de noticias Associated Press, destacó: «Estoy muy contento de regresar al bajo techo, esta es una prueba corta, técnicamente me ayuda para la arrancada y la primera parte de la carrera, después se hacen más fáciles los 110 metros al aire libre».

Después de culminar la pasada campaña en Europa con algunos resultados discretos, Dayron se ha venido alistando con antelación para encarar al máximo este inicio de temporada. Su meta ahora mismo es bajar, al menos, de los 7.50 segundos en estas primeras competencias de 60 con vallas. «Este año he trabajado duro, mejoré algunos aspectos de fuerza, velocidad, potencia, eso me va a ayudar. Ahora me concentro en hacer bien el trabajo y bajar mis marcas».

En aras de recordar sus registros en los 110 metros, es válido señalar que Robles debutó el 8 de junio del 2013 en el Memorial Primo Nebiolo de Turín. Allí apenas pudo vencer el segmento en 13.82 segundos. Luego ancló quinto con 13.60 el 28 de junio en Reims, se impuso en otra carrera disputada en Nancy el 2 de julio con 13.42, y fue noveno en París con 13.40 segundos durante una prueba dominada por el vigente plusmarquista universal, el estadounidense Aries Merritt.

El cierre del 8 de julio en Sotteville-les-Rouen fue a ritmo de oro, y los 13.18 acuñados en territorio francés elevaron las expectativas de todos los seguidores de dicha especialidad. Esa inyección de confianza, además de su condición innata de guerrero, lo mantienen con vida y alimentan su necesidad de volver a colocarse nuestra bandera sobre sus hombros en calidad de festejo, amén de decisiones erradas de una y otra parte, posiciones de fuerza asumidas, y los planos de las conversaciones y soluciones cubiertas de humedad.