Teatro: Un año para la escena

El panorama escénico de 2013 refrendó de alguna manera muchas de las afirmaciones que desde hace algún tiempo sus seguidores ponderan, y no me refiero solo a la crítica, sino al público, que ha logrado con su entrega a las tablas manifestarse como un juez más.

Este año como nunca, los jóvenes lograron visualizar su obra. A ello contribuyeron el Festival Elsinor desde el ISA y la plataforma Laboratorio Ibsen, que en una segunda edición sorprendió con muchos más títulos y acciones en pro de la creación y la gestión de los propios procesos.

El Festival Internacional de Teatro de La Habana logró cumplir con muchas de las expectativas del público, aunque se debe perseguir por sus organizadores menos visitantes y mayor calidad en la propuesta, una constante validada en los cuestionarios recogidos por esos días.

Como uno de los mayores logros del festival destacó su evento teórico que reunió a figuras importantes, con temas muy diversos y atractivos, y puso de relieve el potencial con que contamos tanto en la dramaturgia joven como en los directores que recién comienzan.

Carlos Díaz se erigía en 2013 con el Premio Maestro de Juventudes que otorga la Asociación Hermanos Saíz, bien merecido si tenemos en cuenta su trayectoria con teatro El Público como laboratorio docente de donde han salido títulos este año como: El jardin de los cerezos, Antigonón, un contingente épico, y hasta Ana en el trópico, donde mezcló como siempre actores experimentados con figuras muy jóvenes con resultados sobresalientes.

Destacable en este 2013 fue también la renovación de El ciervo encantado, y con ese equipo joven las temporadas de Un elefante ocupa mucho espacio.

Asimismo la constancia de Teatro las Estaciones con los clásicos y un espectáculo como Alicia en busca del conejo blanco, y el debut de La Proa en el teatro de títeres para adultos con Romance en Charco Seco, una historia guajira a golpe de parranda que cerró las actividades del año.

Se unió en este cierre de 2013 Raúl Martín y Teatro de La Luna, quien abrió con La boda, de Virgilio Piñera, y dejó para los últimos días del año Matrimonio Blanco, título europeo que ha transitado con mucho éxito de público y el favor de la crítica.

Insatisfecho como todo creador constante, Martín persigue llegar en 2014 a un estado de gracia que él define como teatro total.

El 2014 se avizora intenso con muchos proyectos y celebraciones, y la consolidación de ese público que siempre espera más de nuestros artistas.

Premios Villanueva

La Asociación de Críticos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, dio a conocer los Premios Villanueva, con los que distingue a los espectáculos escénicos más notables puestos en el transcurso del año.

El reconocimiento destacó las puestas nacionales de Matrimonio Blanco, por Teatro de la Luna; Antigonón, un contingente épico, que puso El Público; Fíchenla, si pueden, por Argos teatro; y Alicia en busca del conejo blanco, representada por Las Estaciones.

Completan la lista de los Premios Villanueva en 2013 las puestas de Delantal todo sucio de huevo, por Teatro D´Dos; y El ayer y el hoy del flamenco, de la Compañía Ecos.

Los críticos de la UNEAC decidieron además menciones para el estreno en Cuba de la ópera El holandés errante, de Richard Wagner, por el Teatro Lírico Nacional; y el solo Medea Reload, de Gabriela Burdsall.

En cuanto a espectáculos extranjeros fueron distinguidos con el Premio Villanueva de 2013 las representaciones en la Isla de Anna Karenina, por la Compañía Vajtangov, de Rusia; Soy solito, de la argentina Todoencajaproducciones; Estudio 44, por El Puente, de España; y Sopa, puesta por Títeres de Cachiporra, de Uruguay.

Por último la Asociación de Críticos destacó con sendas menciones a Cabezas redondas y cabezas puntiagudas, por la Asociación Cultural COMTEATRO de Italia; y Mientras cuido a Carmela, del grupo Bachín Teatro, de Argentina.