Las historias cubanas de Teresa Parodi

Aunque muchos no hayan tenido noticias, más allá del círculo de seguidores de la trova, por estos días anda de gira por Cuba una de las principales voces de la música argentina y latinoamericana. Su nombre está vinculado estrechamente a la escena folclórica porteña y a la canción que ha logrado superar las barreras del tiempo y de los hombres para convertirse en un testimonio real de la historia del país durante las últimas décadas.

Teresa Parodi (Corrientes, 1947) llegó a la Isla para sumarse a la celebración por los 15 años del espacio A guitarra Limpia, un proyecto que ha contribuido de forma decisiva a la promoción y a la visibilidad de los trovadores cubanos de todas las generaciones, dejando, además, un valioso testimonio discográfico de sus obras a través del sello discográfico de la institución de Muralla 63.

Durante su periplo ha cumplido fechas en los escenarios de Santa Clara, Trinidad y Matanzas, además de presentarse junto a Silvio Rodríguez en el municipio Santa Fe como parte de su gira por los barrios. Justamente su travesía finalizará mañana con un concierto en el Centro Pablo a los 6: 00 p.m. donde el público capitalino podrá apreciar la magnitud de la obra de esta cantautora que atesora mas de treinta discos y ha sido reconocida con un cúmulo de distinciones, entre ellas el Premio Consagración del Festival Nacional de Folklore de Cosquín en 1984 y el Konex de Platino al mejor autor-compositor de la década del 90, y el Gran Premio Nacional de las Artes y Ciencias en el 2011.

Nacida como Teresa Adelina Sellares, la intérprete y compositora argentina, que se ha hecho fuerte en el repertorio popular de su país con clásicos como Apurate José, Pedro Canoero y Canción para Verónica, ha compartido escenarios con figuras de la estirpe de Astor Piazzolla, Ramón Ayala, Ariel Petrocelli, Daniel Toro, Damián Sánchez, Jorge Sosa y León Gieco. Pero su itinerario de vida está marcado definitivamente por las colaboraciones y la entrañable cercanía que entabló con Mercedes Sosa, quien le abrió nuevos horizontes en la formas de asumir su rol de cantora y en el manejo del gran alcance de su voz. Incluso la Parodi se ha presentado en Cuba con el micrófono de la mítica autora de Todo cambia, como homenaje a la llamada Voz de América.

Maestra rural en sus inicios, la cantautora, que desempeñó un rol decisivo en la Dirección de Música de la ciudad de Buenos Aires al dar a conocer a creadores al margen de la industria, llegó al mundo de la música para hacer canciones que fueran “como pequeñas películas que contaran las historias que no se contaban, según comentó en su día al diario argentino Página 12. Y, seguramente, esas mismas historias por contar podrán ser escuchadas “a guitarra limpia” este sábado en el Patio de las Yagrumas del Centro Cultural Pablo de La Torriente Brau, en un concierto en el que, además, se escuchará el legado de “La Negra Sosa”.