Verano manga, un espacio habanero para la buena historieta

La proyección de filmes del animador japonés Hayao Miyasaki destaca en la continuación hoy del «verano manga», que confirma el creciente gusto en Cuba por dicha estética.

Mi vecino Totoro (1988) es la película que prosigue este ciclo dedicado a presentar al célebre mangaka (dibujante de manga) en la Vitrina Valonia, cuartel general de la historieta en Cuba.

Entre las propuestas destaca el curso impartido por profesionales del género en Cuba, como Héctor Saroal, quien dijo a Prensa Latina que la experiencia ha tenido una respuesta fabulosa de público.

Cada semana unos 25 jóvenes amantes del comic convergen en las aulas estivales del centro enclavado en la Plaza Vieja, beneficiado por un proyecto de colaboración con historietistas de Bélgica.

Sin embargo, pese al elevadísimo nivel artístico de la escuela franco-belga, la preferencia en Cuba es por el manga japonés, según Saroal, porque rejuvenecieron a los héroes.

De hecho, el autor de la serie Amazonas cree que la convocatoria de este curso obedece a su difusión entre seguidores del cosplay, moda de disfrazarse como personajes de comics y videojuegos.

«Mientras el comic estadounidense potencia al superhéroe viejo y triunfador, el manga japonés lo protagonizan los típicos perdedores, con los cuales es más fácil identificarse en la adolescencia», explica Saroal.

El también autor de la saga adolescentes.cu confía en el talento y las ganas de los jóvenes historietistas cubanos, aunque advierte que faltan editoriales para difundir lo mejor de esa obra.

Por lo pronto, en la Vitrina Valonia hay un espacio cada semana para los amantes de la historieta, más allá de procedencias, estilos y temáticas: aún faltan editores, pero abundan los dibujantes.