Kelvis Ochoa: siempre crear, siempre cantar

Con larga trayectoria artística y varios reconocimientos a su labor, el cantautor Kelvis Ochoa es de las figuras más populares de la música cubana actual.

   
Procedente de una familia de músicos, Kelvis, natural de Las Tunas, desde muy pequeño se trasladó junto a sus abuelos a vivir a la Isla de la Juventud y no vino para La Habana hasta 1992, ya con la música como derrotero definitivo en su vida.

   
Gracias a su manera inconfundible de cantar y la peculiaridad de sus composiciones, el ex integrante de la agrupación Habana Abierta goza hoy de excepcional madurez profesional; con estilo propio, incorpora elementos de múltiples géneros musicales como el son, el sucu sucu, el cha cha cha, la conga, el merengue y la timba, entre otros.

   
Como parte de una generación que ha puesto en alto la música cubana dentro y fuera de la Isla, el cantante conversó con la AIN sobre sus más recientes grabaciones y proyectos futuros.

-¿Cómo fueron los inicios de Kelvis en la música?

   
-Después de terminar la secundaria vine para La Habana a continuar los estudios en la escuela taller, pero terminé con la guitarra gracias a un amigo quien me enseñó algunas canciones de Silvio y me llevó a conciertos.

   
“Luego, cuando regresé a la Isla de la Juventud, comenzó una época que marcó el resto de mi vida. Gracias a la Asociación Hermanos Saíz abrí mis horizontes por los conciertos de Santiago Feliú, Vanito Caballero, y otros trovadores llegados de la capital.

   
“Así, en cuanto terminé el servicio militar, regresé otra vez a   La Habana y hago mi primer concierto en la Casa del Joven Creador en diciembre de 1992; es a partir de ahí que comienzo a abrirme camino y trato de defender canciones verdaderamente mías.

   
“Formé parte de algunos grupos, pero gracias a una amiga resolvimos el local en la Casa de la FEU para ensayar y comenzamos lo que sería Cuatro Gatos”.

 
-Coméntanos sobre esa etapa…

 
-Fue una etapa que recuerdo con mucho cariño. Por allí pasaron Arnaldo Rodríguez, el del Talismán; Humbertico como bajista; Nan San Font, y en 1995 entramos en el proyecto Habana Oculta, que dirigían Pavel Urquiza y Gema Corredera.

   
“Es gracias a Habana… que comienza al año siguiente la etapa en Madrid con la ayuda del sello Nube Negra, el cual nos programó varios conciertos en España.

   
“Posteriormente fuimos contratados por Manolo Aguilar para BMG Ariola y es cuando comenzamos a grabar el CD Habana Abierta. A este, le siguió otro álbum y presentaciones por toda España”.

   
-Tras esta etapa, ¿qué pasa con Kelvis?

   
- Regreso a Cuba en 2001 y ofrezco un concierto en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional, ese año participo en el Festival del Caribe, en Santiago de Cuba, y luego nos reunimos en la capital todos los que integramos el proyecto Habana Abierta.

   
“Participé en varios conciertos en la Isla y fue bonito ver cómo, a pesar de estar alejado tantos años de mi país, la gente me conocía, se sabía las canciones y nos seguía a las diferentes presentaciones”.

   
- A tu regreso a La Habana emprendes la carrera en solitario…

   
“En solitario trabajé en los fonogramas Kelvis y yo por mi cuenta y Curandera, este último nunca salió, pero de él se conocen varios temas porque fueron incluidos en otra colección del sello Putumayo.

   
“También he grabado varios materiales, sobre todo discos que están signados por colaboraciones, entre ellos, Veinticuatro horas y Boomerang y de conjunto con artistas como Descemer Bueno y otros músicos.

   
“ He compuesto, además, música para bandas sonoras de varias películas: Habana Blues, de Benito Zambrano, en México; junto a Descemer Bueno hice la de Corazón del tiempo; además, compuse parte de la banda sonora de Lisanka, de Daniel Díaz Torres, y luego para dos películas tituladas Habana Muda y Siete Días”.

   
- En estos momentos estás enfrascado en la producción de otro nuevo disco, ¿sobre qué trata? 

   
-Dolor con amor se cura da título a este álbum que comencé a grabar el pasado año. Lo componen 11 temas todos inéditos, excepto uno, el cual es de la autoría de Pavel Ulquízar, y que canto junto al nicaragüense Luis Enrique.

   
“Mantiene la línea del sonido caribeño con música cubana y en el aparecen, entre otros géneros, congas, guarachas y sucu sucu, y comparto con músicos amigos como Oliver Valdés, Rolando Luna, Gastón Joya, Rodney Barreto, Yaroldis Abreu, Alexander Abreu y Carlos Miyares.

   
“El CD incluirá, entre otros, los títulos Cuando el corazón, Pequeña historia de amor, Las avenidas de mi corazón y SMS, en el están presentes todas las influencias y etapas de mi vida musical. Es un disco bien fresco, el mejor que he hecho, y se grabará con la disquera Bis Music”.

 
-¿En qué otros proyectos estás inmerso? 

 
-Tengo muchos proyectos entre manos: trabajo junto a la cantante Rochy Ameneiro en la producción de su nuevo disco, también quiero preparar otro fonograma en vivo y acústico, para lo cual ya tengo varias composiciones hechas; algunas a guitarra, otras solo con piano y voz.

 
“Además maduro la idea de trabajar con un director suizo que pretende hacer el seguimiento de mi vida y obra para un documental el cual recogerá casi la totalidad de mi trayectoria como artista; para finales de este año quiero comenzar a grabar otro nuevo disco exclusivamente de mambo”.