Celac: soplo de aliento para América Latina y el Caribe

Hace pocas semanas, delegaciones de 24 países participaron en la capital de Surinam, en la Primera reunión de ministros de cultura de la Comunidad de estados latinoamericanos y caribeños (Celac), efectuada junto con el XIX Foro de ministros de cultura y encargados de políticas culturales de América Latina y el Caribe —coordinado por la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)— cita que el titular cubano de ese sector, Rafael Bernal, calificó de histórica y relevante para la cultura de los estados de la región.

La reunión, efectuada en un clima de fraternidad y solidaridad, constituyó un soplo de aliento para América Latina y el Caribe en estos tiempos de crisis mundial, región que da sólidos pasos hacia el desarrollo sostenible de la cultura, gracias al afianzamiento de la Celac, un “espacio político, económico, geopolítico, tal cual era el proyecto de Bolívar”, como dijo, durante su creación en 2011, el querido ex-presidente de Venezuela Hugo Chávez.

HOMENAJE A CHÁVEZ

El diálogo intercultural y el intercambio de experiencias; que se prolongó durante dos días en la legendaria ciudad de Paramaribo, Patrimonio de la Humanidad; estuvo precedido por un  homenaje póstumo al líder venezolano, al que asistió el presidente de Surinam, Desire Delano Bouterse.

Emotiva demostración de reconocimiento y gratitud al principal promotor de la Celac, organización destinada a promover vínculos efectivos de cooperación, equidad económica y justicia social para el desarrollo sostenible y la integración de América Latina y el Caribe.

Y ese legado humanístico del extinto Presidente de los pobres, fue recurrentemente aludido durante las sesiones de trabajo de esta cita en la cual se profundizó en la definición de las políticas de integración de las 33 naciones que integran la Celac, como vía que permita el desarrollo sostenible de cada una de ellas.

La ausencia del resto de los representantes estuvo motivada  por las complejas vías de acceso a Surinam, país que precisa de mejores rutas de comunicación, puntualizó Bernal.

Igualmente expresó su satisfacción por  el rigor y seriedad que prevaleció en la Primera reunión de ministros de cultura de la Celac —segunda de esta organización a ese nivel, la primera fue en La Habana con los titulares de educación— concilio que asimismo se pronunció a favor de promover los programas de diálogo intercultural, la cultura de la paz y la no violencia, así como sobre el bienestar social y la erradicación de la pobreza en esta zona del mundo con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza.

Esa convención—cuya próxima convocatoria será en 2014 en Caracas—, abogó categóricamente por salvaguardar y enriquecer las culturas de la región; asunto sobre el que Bernal aseveró en Paramaribo: "desconocer el papel de los valores, aplazar nuestra contribución al sentido de responsabilidad que debemos formar en cada ciudadano, son hoy posiciones incompatibles” y llamó a promover la cultura como herramienta de dignificación.

NUESTRA OBRA MÁS PRECIADA

Teniendo como premisa la afirmación del Comandante Chávez de que la Celac es “nuestra obra más preciada”; las reflexiones hechas allí por los ministros y altos funcionarios de cultura también giraron en torno al intercambio de asuntos relacionados con la legislación y los financiamientos en el sector, el intercambio artísticos entre los países del área y la implementación de las convenciones de la Unesco en América Latina y el Caribe.

Fue un momento de unificación; heredero, pero superador —según Bernal—  de los foros coordinados, cada año, por la Unesco desde 1989 y al que asisten los mismos delegados. En Paramaribo trascendió la lógica conveniencia de fusionar ambos eventos.

Bien se ha dicho que la integración de los pueblos de esta parte del mundo, únicamente será posible sobre la base de la soberanía, el desarrollo y la equidad, premisa sobre la que, a juzgar por los comentarios del titular cubano sobre la reunión de Surinam,  los presentes allí subrayaron su aprecio por la diversidad cultural, así como por las particularidades de las diferentes etnias y la igualdad de sus culturas, muchas de ellas  patrimonio de la humanidad.

En su diálogo aquí con la prensa, Bernal destacó el interés demostrado en el cónclave por las experiencias de Cuba en este sector, sobre todo en lo relativo a la enseñanza artística. Luego se refirió al espectáculo artístico convocado por el presidente Bouterse, al finalizar el encuentro, en el que se apreció una rica multiplicidad étnica; ocasión en que el mandatario expresó su amistad y reconocimiento hacia nuestro país e invitó a las naciones  de la Celac a participar en la XI edición de Carifesta, evento que se realizará en Surinam durante el venidero verano.

Ismael González (Manelo), coordinador del Alba (Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América) cultural, quien también asistió a la reunión, subrayó que en ella se hizo valer el peso de la cultura, la cual debe dejar de verse como simple expresión de ocio o entretenimiento, para resaltar su papel en los procesos emancipadores de la región. Igualmente, dijo, se ahondó en cuánto significa ésta en las economías locales, y la importancia de su participación en el Producto interno bruto.

Manifestó la urgencia de crear un portal de la cultura, en el que cada nación exponga sus experiencias, y elogió la propuesta de extender el corredor cultural del Caribe. Destacó, además, que por vez primera los pueblos del área, sin presencias extra-regionales, dirigen una organización de integración y cooperación; e hizo notar la necesidad de asumir posiciones intransigentes, en defensa de los intereses comunes, durante los foros y eventos internacionales.

Bernal afirmó que la declaración final del primer cónclave de los ministros de cultura de la Celac aún se encuentra en fase de preparación, aunque tanto él como Manelo aseguraron que constituirá un importante documento que coadyuvará a  cumplir las tareas emanadas del gran tema convocado en Paramaribo: cultura y desarrollo sostenible.