Chavistas: Ladridos contra su triunfo

Chavistas: Ladridos contra su triunfo
Fecha de publicación: 
22 Marzo 2013
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El canciller venezolano, Elias Jaua, dijo este jueves que el terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles recluta mercenarios en América Central para asesinar al candidato opositor Henrique Capriles Radonski.

También puntualizó que está cumpliendo órdenes de sus protectores, los ex subsecretarios norteamericanos de Estado, Otto Reich y Roger Noriega destinadas a lograr ese objetivo.

Asimismo indicó que su gobierno “no tiene ninguna información” de que funcionarios de la administración Obama estén implicados, y por eso le ha pedido que investigue “para que detenga esa locura”.

El domingo pasado Reich trató de negar las acusaciones que le formuló el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, y llegó a decir que las desmentía categóricamente.

Con lenguaje repetidor identificó la referida denuncia como “parte de una estrategia cubana dictada a Maduro” con el fin de distraer al pueblo venezolano de su realidad económica.

Insistió en el slogan ultraderechista de que la Revolución bolivariana ha entregado su riqueza petrolera “y su soberanía” a naciones extranjeras. ¿Cómo por ejemplo Haití?

Experimentado verdugo de la ética se atrevió a decir que estos cargos contra él pueden ser una cortina de humo detrás de la cual el gobierno venezolano “esté planeando eliminar a Capriles”.

¿Quién por encargo de Reich y Noriega recorre Centroamérica en busca de mercenarios que lo asesinen? El terrorista continental de origen cubano Posada Carriles.

Sus antecedentes gangsteriles son tan extensos que no caben en un artículo periodístico, pues van desde su vinculación a la tiranía de Fulgencio Batista que cayó en 1958 y su ingreso a la CIA en 1960, hasta una larga cadena de hechos terroristas aún no finalizados.

La síntesis de su historial quedó plasmada en la voladura en pleno vuelo de un avión civil cubano donde viajaban 73 personas, todas destrozadas, incluso todo el Equipo Juvenil de Esgrima de la isla.

Después, en 1997, al igual que ahora recorrió Centroamérica en busca de mercenarios a los que contrató para colocar bombas en hoteles de La Habana, donde murió el joven turista italiano Fabio Di Celmo.

A continuación, por la simple acusación de incumplimientos migratorios fue detenido en territorio de Estados Unidos y acusado de todo, menos de terrorista, y en febrero de 2011 lo juzgaron en el Paso, Texas, ¿a quién llevó allí como uno de sus principales testigos? A Otto Reich. Lo absolvieron.

El señor Reich ha sido hombre de confianza de George Bush (padre), el cual siendo Vicepresidente en la década del 80 lo nombró jefe de la titulada Oficina de Diplomacia Pública, donde priorizaban deformar el panorama de la Nicaragua sandinista, a la que combatían.

También fue cómplice de Elliot Abrahams y John Negroponte, este último embajador en Honduras y jefe secreto allí de los Escuadrones de la Muerte, ultraderechistas además mezclados en el escandaloso  asesinato de las misioneras Mary Know, William Woods, Yado Ite Ford, Maura Clarke y Dorothy Kasel.

Luego que estalló el famoso escándalo Irán-Contras, tráfico de armas y cocaína bajo la jefatura de la CIA, que también salpicó a Reich,   decidieron “refrescarlo” enviándolo como su embajador en Venezuela.

Otras pinceladas caracterizan a Roger Noriega, el otro funcionario que conspira para asesinar a Capriles y responsabilizar de ello a los chavistas.

Noriega fue un leal y consecuente auxiliar, durante años, del senador republicano, Jesse Helms, famoso por su pensamiento racista, su desprecio a la ONU, su odio visceral contra Cuba y ser un cálido y público admirador del dictador chileno Augusto Pinochet.

Dos ejemplos respecto a eso último. En diciembre de 1998. Helms publicó un artículo en The Washington Post donde aseveró:

“…el golpe de Pinochet rescató a su país de una derruida anarquía. Su acción detuvo la transformación de Chile en un Estado comunista al estilo cubano y la expansión de la revolución marxista a América Latina”.

He ahí al senador junto al cual se formó Roger Noriega.

Así que Luís Posada Carriles, Otto Reich y Noriega conspirando para frenar el empuje de los chavistas en Venezuela cuando ya su candidato aventaja hasta en 18 puntos a Capriles.

Muy simple, como diría Hugo Chávez, a pesar de todo la crónica de un triunfo anunciado. 

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