EE.UU. amenaza con uso del arma nuclear en respuesta a ciberataques

Estados Unidos se prepara para utilizar cualquier opción militar, incluso el arma nuclear, en respuesta a un supuesto ataque masivo contra sus sistemas computarizados, revelaron hoy medios de prensa.

Un informe de la Junta Científica de la Defensa (JCD), desclasificado recientemente, reconoce que un ciberataque de grandes proporciones puede inhabilitar los principales medios de las fuerzas armadas estadounidenses e incluso provocar un autogolpe contra sus unidades.

El presidente de la JCD y asesor del presidente Barack Obama en temas de inteligencia, Paul Kaminski, señaló que el empleo del arsenal atómico como respuesta sería en una situación extrema, contra una ofensiva que amenace la existencia misma del país.

De acuerdo con el informe de la comisión, integrada por expertos civiles y asesores gubernamentales, Estados Unidos debe asumir que el país no puede estar confiado en que sus sistemas funcionarán tras un golpe de un adversario que cuente con medios sofisticados, señala hoy el diario Stars and Stripes.

El reporte afirma que todavía queda mucho por hacer, a pesar de los esfuerzos por garantizar la seguridad de las redes y la protección del país contra los ciberataques.

Reconoce además que la mayoría de los que realizan asaltos informáticos poseen capacidades limitadas, pero una potencia extranjera puede imponer el control gradual del país y provocar bajas masivas, al desestabilizar infraestructuras críticas como la electricidad, el agua y los sistemas financieros.

A finales de enero, el Pentágono aprobó una expansión de sus capacidades para realizar operaciones ofensivas de este tipo contra sus enemigos en los próximos años, lo que provocó protestas de grupos defensores de los derechos civiles, que acusaron al Gobierno de interferir en la privacidad de los ciudadanos.

Los detalles del plan no fueron revelados, pero prevé la creación de fuerzas destinadas a proteger los sistemas informáticos de plantas eléctricas y otras instalaciones vitales para el país, otras para realizar operaciones ofensivas en el exterior, y las dirigidas a resguardar las redes internas del Pentágono.