La Maquinaria se llama Van Van

La Maquinaria se llama Van Van
Fecha de publicación: 
12 Noviembre 2012
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«Atrévete, súbete en mi maquinaria, pa’ que nunca te arrepientas de bailar con los Van Van», dice la orquesta cubana en uno de sus sencillos más populares del momento. Con él «arranca» La Maquinaria, el más reciente disco de la agrupación y que ya cuenta con una nominación al Premio Grammy Latino de este año.

Avalado por la disquera EGREM en 2011, el álbum cuenta con una decena de temas que me hacen recordar esa época de Van Van en la que en sus textos se respiraban esas crónicas de la cotidianidad, de ese sentir diario de la gente que baila con ellos.

Y en esa cuerda temática puedo decir que está uno de los éxitos indiscutibles de este CD: Un año después, que ya se conoce en el público como La costurera. En la voz de Jenny Valdés, Jorge Leliebre esboza la experiencia amorosa de una mujer sencilla, pero que se impone ante el desenlace de una reacción y relata lo sucedido al paso de 12 meses.

La bobería, de Abdel Rasalps y Robertón Hernández, llega como una bocanada actual de ese especial modo de contar de Van Van. Abdel Rasalps, el Lele, le da tono a la historia de un «tipo» de barrio en una noche de diversión. Sobresalen en este track los giros dramáticos en la interpretación del cantante y el desglose cronológico de lo contado. Corona el tema ese estribillo final tan pegajoso: «No me regañes más, que la jugada está apretá».

Completan este paquete de relatos cotidianos, dos remake de otras épocas de Van Van: Eso que anda y Recíbeme, ambos de Juan Formell. Ahora al escucharlos, con arreglos frescos y en las voces de Robertón Hernández, el primero, y del Lele, el segundo, pues enseguida nos damos cuenta de esa potencialidad autoral e interpretativa de la orquesta, que el 4 de diciembre venidero arribará a sus 43 años.

Pero el llamado «tren» de la música popular bailable también nos regala una composición maestra por su musicalidad y su texto. Control, escrita por Juan Carlos Formell y con los arreglos melódicos y la interpretación de Mayito Rivera, nos confirma una verdad absoluta: la buena música, la que nos hace pensar, aflora en cualquier género.

Tengo que destacar igualmente aquí los matices vocales de Mayito Rivera, quien nos regala uno de los temas climáticos del disco en cuanto a calidad interpretativa. 

Completan la lista de temas del volumen Qué tiene ese guajiro, de Juan Formell; Mis santos son ustedes, voz y crédito de Mayito Rivera; y Yo no le temo a la vida, de Samuel Formell. Como cierre de lujo, un Final a lo Van Van, escrito por su líder de siempre, que nos deja un sabor a cubanía tremendo con el destaque de sus instrumentistas y los coros ingeniosos.

Con una producción musical de Juan Formell, La Maquinaria trasciende además por su portada, la cual es una obra del artista de la plástica Alexis Leyva Machado, Kcho, inspirada en la célebre orquesta.

«Aproveché para hacer una especie de retrospectiva del trabajo de la orquesta en sus 42 años y recuperar su sonoridad inicial», señalaba Formell en la presentación del CD.

Y es cierto, este fonograma nos dibuja una orquesta que ha marcado el panorama sonoro nacional de un modo especial, particular. Porque sin dudas, Van Van es esencial a la hora de hablar de música cubana y La Maquinaria es un digno ejemplo de ello.

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