Leonel Suárez quiere sus cuartos Juegos Olímpicos

Hace unos  años el decatlonista cubano Leonel Suárez no imaginaba hablar de una competición sin anunciar que quería estar entre los medallistas… y aunque ahora tampoco ha renunciado a eso, la realidad le hace ir paso a paso, ver todo de una manera diferente.

Con 32 años de vida, una larga trayectoria de éxitos entre los hombres más completos del atletismo y lastrado por las lesiones, Leonel primero se concentrará en conseguir los exigentes 8350 puntos que le darán el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio y luego ya allí otra será la meta.

«El primer objetivo es tratar de buscar la clasificación que es una marca alta, es marca prácticamente para ser finalista. Si se logra ese objetivo ya entonces sí puedo tratar de pensar en buscar una medalla. Complicado por el alto nivel, pero nunca ha sido imposible», asegura el dos veces premiado olímpico y mundial.

Bronce de Beijing 2008 con apenas 20 años, repitió ese mismo escaño en Londres 2012 y cerró sexto en Río 2016. Ahora el holguinero quiere disfrutar de su cuarta cita bajo los cinco aros, un regalo que merece por su dedicación y constancia, incluso en los momentos más difíciles.

Leonel formó su familia, es padre de una niña preciosa a la que extraña cada día que está alejado de ella, y compite ya con pocos de los que estuvieron activos en su época de esplendor.

Su longevidad deportiva y disciplina le marcan como referencia, pero también le obliga a buscar variedad en cuanto al diario, sobre todo por sus numerosas lesiones, tema que incluso le impide más que la propia edad.

«Las principales dificultades han sido las molestias, no siempre tengo las condiciones de alimentación y recuperantes idóneos, somos un país del tercer mundo y pese a eso hemos logrado resultados», reconoce el hombre que ha sido guiado en cada uno de estos momentos por Gabino Arzola.

Reinventarse durante tantas temporadas, cambiar su manera de planificar la preparación y en especial consolidar esa relación que existe con su entrenador son en su opinión las claves de mantenerse durante tanto tiempo y aún seguir soñando con triunfos.

«He sido siempre muy dedicado a los entrenamientos y creo que todos los resultados se basan en eso, en lo que uno hace en la preparación, lo que puedes lograr depende mucho de eso y ayuda la química que tengo con mi entrenador.

»En ciertas ocasiones cuando tengo algún tipo de dificultad o hay algo que se me está haciendo más difícil siempre dialogamos para buscar la forma más efectiva de poder llegar a un resultado sin maltratarme tanto o sin tener que hacer una X cantidad de volumen, creo que el resultado está por ahí», confiesa interrogado en tal sentido.

Enfocarse más en el gimnasio, incluir cada vez con mayor frecuencia ejercicios de acondicionamiento físico -que se están haciendo en el mundo- tipo crossfit y tipo circuito son variantes que le llevan a “salir” un tanto de las exigencias de la pista y tributan el mismo beneficio buscado.

Por cierto en la pista lo encontró JIT una mañana de visita al Estadio Panamericano, al cierre de una jornada fue la conversación y un poco que adelanto de confesión de que el futuro que le espera será dedicarse a ser entrenador.

«Pienso en que la niña y mi esposa están lejos. Esas son cosas que no enfrentan los jóvenes, cuando tienes familia tienes que ir definiendo… la carrera deportiva no es para toda la vida», dice, aunque por el momento el sueño es llegar a sus cuartos Juegos Olímpicos… y por qué no algo más…