Irina González, de Toulouse a Santa Clara seducida por el Longina

Irina González, de Toulouse a Santa Clara seducida por el Longina
Fecha de publicación: 
12 Enero 2020
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Más que una canción, la Longina de Manuel Corona se convirtió hace un par de décadas en un motivo, una causa de encuentro, la razón por la que trovadores de toda Cuba quieran volver cada año a Santa Clara, incluso los que han sentado carrera fuera de isla, como Irina González.

Además de canto y dirección coral, especialidades que comenzó a estudiar desde pequeña en Villa Clara, Irina aprendió a tocar oboe, corno inglés, guitarra, piano, armónica, clarinete, melódica y una variedad de flautas clásicas y tradicionales.

Gracias a su colega y coterráneo Roly Berríos, pudimos conocer las impresiones de esta joven músico cubana, miembro de la Trovuntivitis, sobre el Festival de Trovadores Longina, que reúne entre el 8 y el 12 de enero a cantautores de Cuba y el mundo.

―¿Cuánto ha crecido el Longina en estos más de 20 años?

―El Longina ha ido creciendo cada año en cuanto a experiencia, organización, producción y promoción. Cada año se intenta invitar a trovadores diferentes que vienen de todas partes de la Isla, dándose a conocer una nueva generación trovadoresca. También se han abierto otros espacios donde se realizan conciertos, peñas, encuentros, charlas y exposiciones para dar una máxima difusión sobre la trova, su historia, sus consecuencias y su movimiento a través de los años. Se han estado realizando programas y entrevistas televisivas para extender, ampliar y defender aún más este género musical dentro del país.

―¿Qué influencia ha tenido en el desarrollo del movimiento de la nueva trova?

―El Longina ha influido positivamente al desarrollo de la nueva trova ya que cada año, el festival se espera con mucha expectativa. Los trovadores esperan ser invitados y saben que es el momento para mostrar sus nuevas canciones, para dar a conocer cuánto ha crecido individualmente. Y esto provoca que cada uno afile sus guitarras y traiga a Santa Clara sus mejores canciones, lo cual enriquece cada vez más la calidad y el conocimiento de la nueva trova cubana.

―¿Cuánto aporta la participación extranjera al Festival?

―No recuerdo el año exacto en el que se invitó por primera vez a un trovador o cantautor extranjero, pero creo que sin dudas esto aporta un conocimiento poético y musical a la trova cubana. Creo que es necesario conocer qué pasa universalmente con la canción de autor porque al final la esencia es la misma: cantar junto a la guitarra como si el canto y las cuerdas estuviesen hechos de una sola materia. No importa el idioma o la procedencia de un cantautor si tenemos a la canción como raíz.

―¿Qué distingue al Longina de otros eventos de este tipo? ¿Cuáles son sus esencias?

―He participado en muchos festivales en Cuba y en el mundo entero y puedo afirmar que el Longina más que un festival, es una reunión de amigos. Los trovadores nos identificamos como defensores de un género que debería expandirse más y por eso en cada edición del Longina intentamos estar presentes y seguir multiplicándonos a través de nuestras canciones y nuestra amistad. Su esencia es la sinceridad, la humildad, la hermandad y la poesía en la que nos reflejamos cuando hacemos trova.

―El festival reúne a varias generaciones de trovadores, bajo el título de un tema antológico de la trova tradicional y la edición de este año está dedicada al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC ¿Crees que los más jóvenes cultores de este movimiento conocen y se sienten deudores de esta tradición?

―Sin el Grupo de Experimentación Sonora no seríamos quienes somos hoy. Creo que cada trovador debería sentirse endeudado con el caudal musical que este grupo abrió para nosotros y para la música cubana en general ya que el mismo, estuvo basado en reunir un colectivo de creadores que analizara, se orientara y experimentara la música popular. Pienso que ese mismo proceso ha ocurrido en la trovuntivitis y también se intenta lograr convocando jóvenes de toda la Isla en un solo evento: El Longina.

«La nueva generación de trovadores está llevando a cabo la incursión de géneros musicales internacionales como la samba, el rock, la world music...y si se ha dado de forma natural no creo que es casual sino una consecuencia y una repetición de lo que hacían los músicos y trovadores que nos antecedieron. La historia se repite y los que han provocado este hecho ha sido el grupo de Experimentación Sonora del ICAIC. Gracias a ellos, hoy saboreamos una nueva canción con elementos que van de lo tradicional a lo vanguardista y contemporáneo».

―Has llegado desde Francia para participar una vez más en el Longina ¿por qué?

―Me siento siempre afortunada de poder estar en Cuba cuando tiene lugar el Longina. Este año no haré conciertos, pero estaré a la escucha de nuevos trovadores que vendrán, para empaparme de sus canciones y de esas nuevas ideas que nos traen. Contemplar las nuevas vertientes musicales que se exponen hoy en la canción y admirar cómo esta nueva generación nos hace crecer junto a ellos. ¡Que viva la trova!

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