Miami: Trump, la Navidad y sus pobres

Un cable de esa agencia, bajo la firma de Zeke Miller, atribuyó el mensaje a Melania Trump.

“El presidente y yo queremos desear a todos y cada uno de los estadounidenses una muy feliz Navidad”.

Y agregó: “Oramos, en especial, por los efectivos de las fuerzas armadas apostados lejos de sus hogares”.

Luego manifestó: “que haya paz entre las naciones y júbilo en el mundo”.

Ella disfruta la Navidad en el club privado del presidente en Palm Beach, con un oficio de Nochebuena en una iglesia bautista y cena en el gran salón del club.

El pastor de la iglesia, Jimmy Scroggins, y su familia recibieron a los Trump en un “Festejo Navideño a la Luz de las Velas”.

Sus invitados aplaudieron al ocupar los asientos reservados en la tercera fila.

Los breves sermones y lecturas bíblicas alternaron con las canciones tradicionales de Navidad, mientras humo y nieve falsa caía desde las vigas.

A continuación, prosiguió la crónica de AP, regresaron al club privado donde fueron acogidos con aplausos en el gran salón.

¿Cuándo sucedió esto?

A menos de una semana de que la Cámara de Representantes suscribiera graves cargos delictivos contra Trump.

Este último no respondió a la pregunta de un periodista de si rezaría por la presidenta de esa Cámara, Nancy Pelosi.

De acuerdo con la crónica de AP, se vio al presidente hablar con el abogado Alan Dershowitz, casi un portavoz de Trump en canales noticiosos, quien además es Profesor Emérito en Harvard, y según observadores, ha sido muy cuestionado desde que integró el equipo defensor del presidente en el juicio político.

Mientras lo anterior sucedía, la AP no olvidó hechos reportados en Miami.

Una periodista, Bianca Padró Ocasio, escribió:

“En Navidad, buenos samaritanos nutren de alimentos y amor a personas sin hogar en Miami”.

Luego refirió la experiencia de Emery Jackson, quien reside allí.

Ya han pasado dos meses desde que llegó al albergue del Salvation Army, pero no espera que su estadía se alargue por mucho tiempo.

Luego escribió que no transcurría su primera vez en ese refugio para personas sin techo.

Pero Emery trata de repetirse, a manera de consuelo, que la situación no es permanente como antes.

Ella dijo: “es un arreglo temporal, hasta que pueda volver a la normalidad, como cuando todavía no había perdido mi trabajo”.

De los 175 residentes que viven en este albergue, unos 70 son infantes trasladados allí para garantizarles algo de comer.

Igualmente en Florida, y casi a la misma hora, Trump declaraba a la prensa:

“Tendremos un gran año”.