Trump firma ley sobre Hong Kong considerada una injerencia por China

La iniciativa fue aprobada de forma unánime y con 417 votos a favor y uno en contra por el Senado y la Cámara de Representantes, respectivamente, la semana pasada.

Por la legislación se requiere que Washington certifique, al menos una vez al año, si Hong Kong continúa teniendo el control suficiente sobre sus propios asuntos para garantizar el mantenimiento de su estatus comercial especial bajo la ley de Estados Unidos.

También faculta a la administración norteamericana para imponer sanciones a los funcionarios chinos o de Hong Kong que tomen medidas que violen los derechos humanos.

Diversos medios de prensa alertaron recientemente que la promulgación de esta ley podría complicar aún más las negociaciones entre ambos países para lograr un acuerdo que ponga fin a la guerra comercial de Washington contra Beijing.

En una declaración a propósito de la firma de la normativa, Trump manifestó que 'ciertas' disposiciones interferirían con su autoridad como presidente para establecer la política exterior de Estados Unidos.

'Mi administración tratará cada una de las disposiciones de la ley de manera consistente con las autoridades constitucionales del presidente con respecto a las relaciones exteriores', apuntó.

Según Trump, el firmó la ley 'con la esperanza de que los líderes y representantes de China y Hong Kong puedan resolver de manera amistosa sus diferencias que conduzcan a la paz y la prosperidad a largo plazo para todos'.

Estados Unidos busca sembrar el caos y destruir a Hong Kong con esa ley, denunció hace menos de una semana el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, quien cuestionó sus intenciones.

Señaló que envía un mensaje erróneo de apoyo a actos criminales que solo conducirán al colapso de la región administrativa especial, afectará el desarrollo de las relaciones entre ambos países, y no será buena para la estabilidad y la paz mundial.

A la vez, Wang remarcó la oposición firme de China a lo que definió como seria violación a las normas básicas de los nexos internacionales y una acción injerencista.

'Por más de cinco meses prácticas radicales, violentas y criminales han amenazado seriamente la seguridad y bienes de la ciudadanía, afectado el régimen de la ley y el orden social, socavado la prosperidad y estabilidad en Hong Kong, y empujado al límite el principio de Un país, dos sistemas', precisó la Cancillería china en un comunicado.

Recalcó que los sucesos en la región administrativa especial no tienen nada que ver con derechos humanos o democracia, por tanto resulta imperativo poner fin al caos y restaurar la tranquilidad lo antes posible allí.