Lula-Brasil: Un batallón de refuerzo

Representa una sustancial inyección adicional para el movimiento de inspiración progresista que avanza en América Latina.

Mediante grotescas invenciones lo arrojaron en una cárcel para evitar que ganara conocidas elecciones.

Un facineroso disfrazado de juez, Sergio Moro, más pro-yanqui que Trump, “legalizó” la farsa.

Sin embargo, una pujante campaña mundial, (“Lula libre”) lo sacó de su encierro.

Rasgo muy particular en esta ha sido la composición de quienes la integran.

No solo obreros, también organizaciones campesinas, estudiantiles, intelectuales, de Brasil y otras partes del mundo.

O sea, en la práctica, un descomunal frente único clamando por alguien de inmensa estatura moral.
Y mientras en la Casa Blanca de Washington hubo temblores ante lo sucedido, en América Latina, fiesta.

Hace poco Argentina regaló una gran esperanza a esta sufrida área del planeta.

No en balde, el energúmeno que por ahora comanda la jefatura brasileña se negó a felicitar el gran triunfo de Alberto Fernández en Argentina.

Nuevos capítulos de un mundo que se apaga milímetro a milímetro, y de otro donde chispetea el amanecer.

En medio de ese tablero, la figura de Luiz Inacio Lula Da Silva, un batallón de refuerzo para lo mejor del continente.