Duque en cuesta abajo

Duque en cuesta abajo
Fecha de publicación: 
3 Noviembre 2019
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El apego de Colombia a la política exterior de Estados Unidos en materia de seguridad, diplomacia y modelo económico, le pone en aprietos por la creciente crisis en la geopolítica global generada a partir de la guerra comercial de Trump contra de China, puesto que dicho país ya anunció una respuesta a EE.UU. proporcional al daño que suponen los aranceles sobre sus productos.

Esta réplica de Beijing, aprobada este viernes por la Organización Mundial del Comercio –algo inédito contra Washington-, afecta el sector externo de la política colombiana que viene mirando a China como un receptor de exportaciones, ante el fracaso del TLC con EE.UU.

De otro lado, el alejamiento de una mirada cercana a Latinoamérica agrava la crisis de las relaciones con Venezuela que, además de profundizar una enemistad entre pueblos hermanos, restringe la posibilidad de generar empleos y proyectos industriales en suelo colombiano. Venezuela era su segundo socio comercial, con exportaciones de mercancías con valor agregado, zapatos, ropa, alimentos, autos, que al desaparecer generaron un impacto negativo en la industria colombiana y en la generación de puestos de trabajo, que los aliados de Bogotá no pueden suplir.

A lo anterior se suma la derrota del uribismo, uno de los grandes hechos de las elecciones regionales. A nadie le queda duda que el Centro Democrático (CD), el partido del gobierno del presidente Iván Duque, no colmó las expectativas que tenía en las diferentes regiones del país. El primero en reconocer este complejo panorama fue su líder natural, el ex presidente y senador Álvaro Uribe, quien trinó: “Perdimos, reconozco la derrota con humildad. La lucha por la democracia no tiene fin”.

Las cifras evidencian la crisis del uribismo en materia electoral: en materias de alcaldías, el CD pasó de 1 489 240 votos en el 2015, a 1 171 560. Y con un agravante en esta oportunidad, si se tiene en cuenta que se trata del partido de gobierno.

Por eso, una de las preguntas obligadas es ¿por qué los colombianos castigaron en las urnas al partido de gobierno? El analista Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, señaló: “Aquí hubo cuatro hechos fundamentales:

1) Se cayó la teoría de que Colombia es un país que se está derechizando; 2) Los malos resultados del Centro Democrático son el reflejo de los malos resultados del Gobierno; 3) Si quiere sobrevivir en política, la derecha tendrá que desligarse de la figura de Uribe, porque le está haciendo daño; 4) Hay mucha gente que respalda a Uribe como persona, pero los candidatos que presentó su partido en general fueron muy malos".

En Bogotá, el uribismo quedó en el último lugar de la elección a la Alcaldía con Miguel Uribe Turbay, quien obtuvo 426 982 votos, que equivalen al 13,5% del total de los votos. La misma suerte corrió en el Concejo de Bogotá: de 271 828 votos que obtuvo en el 2015, pasó este año a 263 014 votos. Es decir, pasaron de seis a cinco concejales. En el caso de Medellín, la plaza por naturaleza del uribismo, perdieron las elecciones a la Alcaldía con Alfredo Ramos, quien fue derrotado por Daniel Quintero, un candidato joven que enarboló una bandera independiente.

En el análisis hay quienes piensan que todo se debe a un desgaste del partido por cuenta de la mala hora del gobierno de Duque en la opinión pública. Otros afirman que el proceso judicial que afronta el ex presidente Uribe en la Corte Suprema de Justicia pudo haber incidido.

La precaria situación de gobernabilidad de Duque ha hecho que muchas de sus iniciativas se estrellen con un muro de contención en el Congreso y eso ha generado malestar tanto en el electorado como el propio Centro Democrático. Las elecciones de este domingo, lo ponen en una situación política aún más difícil que la que ya existía hace unos días.

Y los temas en los que necesitará apoyo parlamentario no son de poca monta. Está pendiente la reforma pensional, la reforma a la justicia, la reforma política y ahora, está el enorme desafío de volver a pasar una reforma tributaria. El gobierno también tiene pendiente la llamada Ley Arias, la aplicación de la cadena perpetua para violadores de menores y otros temas que para su electorado son fundamentales.

Pero hay más, mucho más, por tratar, que explican que Duque vaya cuesta abajo.

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