Llega el Cubo de Rubik que se resuelve solo

El revolucionario dispositivo, que posee seis motores en su interior, es la materialización de la idea de seis estudiantes italianos del Istituto d'Istruzione Superiore Marconi Pieralisi di Jesi. Con el apoyo de un tutor, el profesor Angelo Bracaccini, llevaron a la feria de alta tecnología su Cubo de Rubik, en el que trabajaron durante siete meses.
   
El instituto donde se formaron los estudiantes es una de las 50 escuelas italianas (y una de las 5 europeas) invitadas al Maker Faire 2019. El proyecto fue seleccionado entre otros 200 en concurso.
   
Diseñado y construido por Stefano Giulianelli, Leonardo Di Primo, Teo Conigli, Matteo Perini, Ludovico Ciarloni y Matteo Pinna, el "MagikCube" posee seis motores, un microcontrolador, varios sistemas operativos y una batería.
   
El cubo utiliza un software para ser resuelto y tras haber calculado la secuencia necesaria, acciona los motores haciendo rotar las caras. "Algunos de nosotros -explicaron los estudiantes- teníamos pasión por la competencia, por resolver manualmente el Cubo de Rubik en poco tiempo. Así nació la idea de crear un cubo que se autoresuelva, utilizando motores internos y no externos, como ya otros 'maker' han hecho".

En Maker Faire el MagikCube despertó interés y curiosidad entre los visitantes internacionales, entre ellos, el administrador delegado de una cadena de salas de juegos italiana, quien solicitó a los estudiantes que hagan una versión del cubo que pueda ser incluida en esos espacios.
   
Cuando el profesor de arquitectura húngaro Erno Rubik creó, en 1974, aquel rompecabezas mecánico tridimensional multicolor jamás imaginó la pasión y la obsesión que despertaría. Mucho menos, que se extendería en el tiempo e incluyera a varias generaciones.

A los entendidos en la materia no hace falta explicarles que el dispositivo original poseía un mecanismo de ejes que permitía a cada cara girar independientemente, mezclando de ese modo los colores. Para resolver el rompecabezas, cada cara debía volver a quedar en un solo color.

El cubo despertó tal pasión que se crearon grupos de jugadores y competencias. Con la llegada de Internet, proliferaron los tutoriales en YouTube que explicaban distintas técnicas para lograr la resolución en poco tiempo y exhibir, así, una perfecta performance ante otros competidores.

De hecho, en su 30º aniversario, en 2010, se comercializó una edición especial fabricada en madera, que los fanáticos de todo el mundo se desesperaron por conseguir.

La pasión por el Cubo de Rubik, o por resolver su secreto en tiempo récord, no se detiene. Y son estos jóvenes en edad escolar, quienes proveyeron tal vez la resolución más rápida del rompecabezas. Al menos por ahora.