Con poco entusiasmo, Túnez tendrá nuevo presidente

El rechazo a los partidos tradicionales hizo que la segunda vuelta este domingo de las elecciones presidenciales en Túnez tuviera menos ausentismo que la primera -récord de más de casi el 59%-, y sus participantes dieron una holgada victoria al profesor y jurista Kais Saied, con poca experiencia política sobre el magnate Nabil Kauri, quien ha estado envuelto en casos de corrupción.

De una manera u otra Saied ya había triunfado sobre Kauri y otros 18 adversarios en la etapa inicial, y se las tendrá que ver con un legislativo muy fragmentado, aunque hay algunas agruoaciones que lo respaldarán.

Y aunque oficialmente no se han dado a conocer los resultados oficiales, ha sido muy ostensible la ventaja del que será mandatario. Una encuesta a pie de urna de Sigma Concejil le adjudicó el 76,9% de los votos, frente al 23% que habría obtenido Kauri. Paralelamente, otro sondeo de Nemrod Consultan dio a Saied un 72,53% de los sufragios contra el 27,4% obtenido por su rival.

Pero, sin dudas, los resultados oficiales que serán dados a conocer por la Instancia Electoral Independiente corroborarán la amplia victoria de Saied con una tasa oficial de participación del 57,8%, muy superior a la de las elecciones legislativas, en las que se registró apenas un 41%.

Según Sigma Concejil, el 90% de los jóvenes de entre 18 y 25 años han votado por Saied, quien se caracteriza por un ideario conservador y austero y no cuenta con una estructura política tradicional tras su figura.

En árabe clásico, como acostumbra a hablar (frente al dialecto que utiliza la mayoría de la población), el Presidente electo ha realizado unas primeras declaraciones tras su triunfo, dando las gracias a los ciudadanos que le han votado y prometiendo una "revolución constitucional".

Sus seguidores salieron la noche del domingo y la madrugada de este lunes a festejar la victoria en las inmediaciones del Teatro Municipal de Túnez, según el medio local Tunase Numeriquita. Cientos de jóvenes con banderas tunecinas corean consignas en favor del nuevo presidente con la fachada art decó del teatro, situado en la Avenida Bourguiba, la principal arteria de la capital, según EFE.

El magnate Nabil Kauri, con quien Saied se disputaba esta segunda ronda electoral, ha celebrado una conferencia de prensa para comentar los sondeos que dan la victoria a su rival. Agradeciendo a los que le han votado, ha afirmado que los resultados "habrían sido diferentes, si se hubiera beneficiado de la libertad como los otros candidatos".

El millonario líder del partido Sal Tunes (El Corazón de Túnez) entró en prisión el pasado 23 de agosto y salió este miércoles, en el marco de una investigación judicial que le acusa de fraude fiscal y blanqueo. El derrotado aspirante ha dejado la puerta abierta a presentar un recurso contra los resultados, cuando se realice la proclamación oficial.

Por su parte, el ex primer ministro Yosef Caed, uno de los candidatos derrotados en la primera vuelta, ha felicitado al viejo profesor.

La muerte en julio pasado de Beja Caíd Eses, el primer presidente electo en unos comicios democráticos y por sufragio universal, obligó a adelantar las elecciones presidenciales varios meses.

Riadh Tlili, politólogo e hispanista, dijo al periódico español El Mundo que la gente había votado por partidos no tradicionales, porque estaba cansada de que las grandes formaciones sean incapaces de gobernar más de dos años, porque no iban a poder aportar soluciones. “Hay un fracaso ideológico de los partidos, un fracaso del régimen parlamentario y un fracaso del enfrentamiento caricaturesco entre islamistas y modernistas. Al final se trata de intereses políticos, no de islamismo frente a modernidad, porque los partidos pactan acuerdos buscando sus intereses” afirmó.

Pero nadie comentó que la mayoría de la juventud le dio la espalda a estos comicios, debido a la grave situación de abandono en que se encuentra.

La tasa oficial de desempleo, que subió como resultado de la crisis, continúa por sobre 15%, y es aún mayor entre mujeres (casi en 25%) y jóvenes (en torno a 30%), especialmente entre los graduados de universidades, una tasa dos veces superior al promedio nacional (32%).

Muchas mujeres tienen una vida precaria y cada año marchan al sur de Espala para trabajar en las cosechas de uva, en una situación en que sufren abusos de los empleadores de la nación ibérica, sin que las autoridades tunecinas y españolas intervengan.