Doha 2019: Osorio habla de Juan Miguel y el futuro

Doha 2019: Osorio habla de Juan Miguel y el futuro
Fecha de publicación: 
1 Octubre 2019
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Cuando el sábado anterior todos vieron quedar como bronce de la longitud al cubano Juan Miguel Echevarría se despertaron disímiles criterios, muchos le sabían claro favorito al oro en este Campeonato Mundial de Atletismo y por eso no querían conformarse con el bronce.

El propio Juan Miguel confesó instantes después de su competencia que no estaba feliz y mucho menos satisfecho, elogió la forma en que llegaron sus contrarios y reconoció que él pudo hacerlo mejor.

Con 8,34 metros y un tercer lugar cualquier otro hubiera sonreído, él no… quería el título que esta vez se lo quedó el jamaicano Tajay Gayle con 8,69, seguido del estadounidense Jeff Henderson con 8,39.

Sin embargo faltaba algo en esta ecuación, era necesaria la opinión de su entrenador Daniel Osorio, visto ese día desde las gradas con rostro triste, sin ánimos para conversar entonces.

Por eso lo mejor fue dejar pasar unas horas, que se “procesara” lo sucedido y tuviera ya algo que comentar luego de análisis e incluso un intercambio entre entrenador-alumno ya más reposado.

«Siendo honesto, hoy puedo hablar, dos días atrás no podía, me costó incluso pararme de las gradas porque me sorprendió mucho el resultado. No los contrarios, lo sigo repitiendo, el principal rival de Juan Miguel es él mismo», esa fue la primera expresión de Osorio, quien aceptó el diálogo ya más reposado de emociones.

¿Les sorprendió el jamaicano Gayle y sus 8,69 metros?

Para nada, ya al jamaicano lo vi desde el año pasado competir con nosotros en la Liga del Diamante de Roma y sabía sus potencialidades, no era conocido, pero se sabía que tiene talento. Y en los Juegos Panamericanos se vio también que llegaba bien, no creo que ese haya sido el problema.

¿Entonces cuál?

Cuando Juan Miguel no logra hacer lo que lo ha llevado a donde ha llegado, es una amenaza. No hay problemas físicos ni preocupación, llegamos en la forma que queríamos. Siempre lo digo y esta vez se repitió: él es su principal rival.

Para ser sincero teníamos una preocupación y era que Juan Miguel no se había enfrentado antes a una competencia en la que tuviera clasificación un día y al otro la final.

¿Cómo intentaste solucionarlo?

Tenía que ingeniármelas para probar realmente qué modelaje competitivo utilizaba para llegar con la mejor disposición al objetivo de cada día. Después de Zúrich hicimos varias pruebas, tanteando, porque todo fue en entrenamiento, solo habíamos estado en competencias de un día, en la que se busca llegar en la mejor forma solo un día.

Ahora te digo que lo ensayado me sirve como modelo para Tokio, este lo probé y sé que me responde bien.

Si el modelo utilizado es el acertado, ¿entonces hubo algo de presión sicológica?

Quizás algo del problema es que estuvo todo el tiempo muy tranquilo… y a este nivel, a esta hora hay que estar intranquilo… Eso es área sicológica, es un muchacho muy nuevo, muy joven, yo lo veo así.

Siempre le digo que quiero «seguridad pero no confianza». Seguridad porque está bien física y técnicamente, habíamos resuelto el tema que habíamos tenido toda la temporada para la carrera de impulso, ya lo resolvimos, pero no confianza porque esto es un mundial y a los contrarios hay que respetarlos.

Pero no se vio bien en la carrera, cedía mucho en la tabla, ¿qué te comentó de eso?

Es cierto, se sentía muy rápido, estaba corriendo rápido, pero sin respetar los tres cambios importantes que tiene que hacer durante esa carrera. Los hacía pero adelantados y eso te lleva a que la longitud del paso se haga más corta por la misma frecuencia y no alcanza el espacio que tiene.

Variaba mucho la posición, no logró vuelo nunca, que Juan Miguel no logre altura eso es impensable…

¿Qué es lo mejor que le ves para el futuro?

Lo mejor de Juan Miguel es que él conoce sus potencialidades, no se ha puesto límites y no le asustan las marcas, ni las que él hace ni las de los contrarios.

El bronce es de todas maneras una primera medalla mundial, no la que querías, pero también algo de bueno te dejó…

Perdimos, pero me voy con el arsenal completo. Queda la insatisfacción de la medalla, pero esa no es la vida, es un niño que tiene 21 años y tenemos mucha confianza en lo que vamos a hacer, unas ganas de trabajar tremendas y muy claras las ideas de lo que necesito hacer.

Ya tenemos el modelaje para Tokio, ya sé cómo él responde, no es un problema ir tanteando, ya tengo claro sus reacciones y esto le servirá mucho de experiencia porque enfrentará un momento similar de clasificación y final.

 

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