El caos que rodea a Trump
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Tanto, comentó recientemente EFE, que el presidente “ha convertido los despidos y renuncias” en un reality show, donde sus protagonistas desconocen si continúan o no en la Administración.
Ello, agrega, hasta que el mandatario decide enviar un mensaje por Twitter.
Igual que hacía el jefe de la Mansión Ejecutiva antes de asumir el cargo. ¡Estas despedido!. Gritaba entonces.
Entre las renuncias y cesantías más comentadas se encuentran estas:
John Bolton, según EFE, bastaron dos tuits para sacarlo el martes último de su puesto.
Algunos recordaron que durante 17 meses en el Gobierno disparó la tensión frente a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Su fabricada y muy repetida “troika de la tiranía".
Según la fuente mencionada ambas figuras habían deteriorado sus nexos por los continuos fracasos de su política hacia Venezuela.
Pero especialistas dijeron que el puntillazo fue la oposición de Bolton a las negociaciones de Trump con los talibanes en Afganistán.
Alex Acosta, secretario de Trabajo, durante más de 24 meses, único hispano en el equipo de Trump, involucrado en un escándalo por tráfico de niñas y niños.
Cuando era fiscal federal en Miami, logró que un amigo suyo evadiera un juicio por abusar sexualmente de varias adolescentes en una de sus mansiones en Palm Beach, Florida.
General James Mattis, quien, a juicio de EFE, cayó con honor.
Esa agencia estimó que, si una renuncia impactó en el ajedrez mundial, fue la del General Mattis, secretario de Defensa desde 2017.
Renunció luego de no persuadir al presidente para mantener sus tropas en Siria.
Jeff Sessions, como sucedió con Mattis, escribió la referida agencia de noticias, también pasó del amor al odio.
Fue precursor del movimiento que facilitó la llegada de Trump a la Casa Blanca.
James Comey, ex director del FBI, se enteró por televisión que el presidente lo había sustituido.
Estaba en un acto privado con agentes en Los Angeles cuando la televisión anunció “Comey sale de la Administración”.
El general John Kelly, llegó a la Casa Blanca en julio de 2017 con la misión de poner orden en un Ala Oeste marcada por las luchas de poder.
Logró imprimir algo de disciplina, pero el mandatario siguió imponiendo su estilo caótico y anuncios en tuits.
El resultado fue un anuncio de Trump a la prensa: “John Kelly se irá hacia finales de año”. Y así fue.
He aquí al probable candidato presidencial republicano en los comicios de 2020. Se confirma, el caos ha sido un personaje de primera línea en su casa de Gobierno.
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