Juegos Parapanamericanos de Lima: Cuba, historia y éxito

Los nuestros, con una notable tradición y empuje en estas citas que vieron sus albores en Ciudad México 1999, pugnarán en atletismo, judo, natación, levantamiento de pesas, taekwondo, bádminton, tenis de mesa, ciclismo, tiro y tenis en sillas de ruedas.

Hablábamos de prestigio y para sustentarlo iremos al medallero histórico en estos certámenes, en el cual Cuba aparece sexta (94-71-43), únicamente antecedida por Brasil (445-311-270), México (347-318-257), Estados Unidos (162-177-139), Argentina (155-162-173), y Canadá (129-132-115).

Hace cuatro años en Toronto, los nuestros recalaron en la cuarta posición (38-36-39), su cosecha más jugosa en la historia de estas lides, y aupada esencialmente por el atletismo, la natación, y el levantamiento de pesas.

Una de las vedettes indiscutibles en suelo canadiense fue la velocista Omara Durand, dueña de tres cetros (100, 200 y 400 metros) y par de récords Mundiales en la categoría T-12, débil visual profunda.

Por esa razón, y por constituir uno de los paradigmas más admirables para aquellas personas que poseen alguna limitación física, y quieran hallar en el deporte un camino hacia la realización personal, grabó sus manos en una placa de cemento que se expone en el paseo de la fama de la VIDENA, junto a las huellas del jamaiquino Usain Bolt, el hombre más rápido de la historia.

De vuelta a Lima, cuatro tenimesistas ya iniciaron las acciones en el Polideportivo III de La Videna, siendo la más experimentada la holguinera Yanelis Silva, aunque también poseen opciones Henry Cuenca (categoría TT-1en silla de ruedas), y Erich Manso (TT-10, de pie). Viernes y sábado se sabrá si en definitiva accedieron a esa fase.

Varios pesos pesados, además de Omara, llevó el campo y pista. Leonardo Díaz, Lenier Savón, Luis Felipe Gutiérrez, Raicel González… son algunos de los que ya poseen experiencia a este nivel y saben lo que es colgarse un metal al cuello, además de estar excelentemente tutorados por la avezada Miriam Ferrer.

Pesará en el deporte Rey, la ausencia de la estelar Yunidis Castillo, multi-reina a todos los niveles y la mujer más rápida de la categoría T-46, amputada de un miembro superior.

Oníger Drake, César Rubio y Leidy Rodríguez lideran a los cinco pesistas que verán acción, en tanto el nadador Lorenzo Pérez, confirmado en la clase S-6 constituye la bujía de los tritones y ondinas, por su condición de multicampeón parapanamericano, (50, 100 y 400 metros libre S6 en las versiones de Guadalajara 2011 y Toronto 2015), y as paralímpico.

Debutarán en esta ocasión Yaumara Casero y Noel Pérez, ambos clasificados como S-9. Todos bajo la égida del experimentado Ernesto Garrido.

El tiro deportivo asistió con tres efectivos y el ciclismo con uno. Redondean el elenco de la Mayor de las Antillas bádminton (cuatro), judo (seis), y tenis (dos), con el judo igualmente presentando opciones de título, pese a la ausencia y nostalgia que sentimos todos los cubanos por la reina paralímpica Dalidaivis Rodríguez (63 kg), enfrascada en su mayor cetro: la maternidad. Otros talentosos judocas componen nuestra comitiva, presta a sacar metales de los tatamis limeños.

Cuba constituye un ejemplo de voluntad inclusiva indiscutible. En nuestro país es muy común ver compartir a atletas convencionales con sus homólogos discapacitados, incluso a nivel de preselecciones nacionales. El atletismo y la natación constituyen las muestras más fehacientes en ese sentido.

Ellos, por el honor, la fuerza con la que persiguen sus sueños y se dan una segunda oportunidad en la vida, por el amor a su bandera, y por tener una historia épica que contarle a sus hijos y nietos, están en tierras del Cuzco persiguiendo más.