Informan sobre avances y dificultades del servicio de trenes nacionales

En conferencia de prensa en esta capital el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, aclaró que los trenes funcionan con locomotoras de antaño sometidas a reparaciones, pues las que debieron recibirse para estos coches aún no se encuentran en Cuba por problemas en el financiamiento y la contratación.

Esta es precisamente una de las causas de las deficiencias detectadas: el incumplimiento de los itinerarios previstos, con el atraso resultante que ronda la hora y 30 minutos, aunque en algunos casos ha sido superior.

Eduardo Jesús Hernández Becerra, director de la Empresa de Ferrocarriles de Cuba, señaló que solo la mitad de los trenes han salido de las estaciones en los horarios previstos, debido fundamentalmente a retrasos de las salidas anteriores, problemas técnicos y organizativos y algunos tecnológicos en los talleres.

Ante una pregunta de la ACN respecto a ciertos inconvenientes con el funcionamiento de los baños, los directivos explicaron que los problemas se dieron por causa de mala manipulación y desconocimiento de los usuarios ante la nueva tecnología, no por desperfectos de los sistemas de los coches.

Rodríguez Dávila aseguró que se colocarán carteles explicativos y de señalización sobre los servicios sanitarios y las ferromozas informarán a los pasajeros sobre su utilización.

De acuerdo con el ministro, la práctica ha demostrado que en varias estaciones no se cumplen los tiempos de parada, y que se debe planificar mejor la entrega de las meriendas a bordo.

Ante las inquietudes de la población, el titular del ramo reconoció que las condiciones de las vías inciden directamente en la duración del viaje, y que si estuvieran en perfecto estado el tren de La Habana a Santiago de Cuba demoraría 12 horas -ahora tarda entre 16 y 17.

En los itinerarios actuales, salvo en algunos contados lugares, no se puede alcanzar la velocidad de diseño de las vías, que es de hasta 100 km/h, aseveró Rodríguez Dávila.

Sin embargo, dijo, en los últimos dos años se han acometido reparaciones con las que se ha logrado disminuir de 54 a 32 los tramos donde los trenes circulan a velocidades más lentas por precaución (pueden llegar a 20km/h).

En junio último, Cuba y Rusia firmaron un Convenio Intergubernamental para la rehabilitación y modernización de la infraestructura ferroviaria de la mayor de las Antillas, que prevé inversiones por etapas para elevar los volúmenes de carga y transportación de pasajeros y reducir los tiempos de traslado.

El país ha mostrado interés en la rehabilitación del ferrocarril, toda vez que constituye un elemento movilizador de la economía cubana y dado su competitividad y eficiencia respecto a otras formas de transportación.