Estados Unidos: Horrores de su patrulla fronteriza

Lo hizo bajo la firma de una columnista, Fabiola Santiago.

Ella empezó a escribir aseverando: La Patrulla Fronteriza “se comporta con intolerancia y xenofobia”.

Luego estimó que ese cuerpo represivo tiene fallas muy graves donde participan hombres suyos.

A continuación, enumeró algunas de estas:

. Los agentes continúan separando a niños de sus familias en la frontera, a pesar de un bombardeo de quejas contra eso.

. Hay inmigrantes que mueren bajo custodia, incluidos siete niños en el último año.

. Un reciente informe del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional confirmó “las pésimas condiciones en cinco centros de detención en Texas”.

Algunos de los campamentos son insalubres, hacinados y sin agua corriente, mientras la generalidad de sus supervivientes cuentan historias de trato abusivo.

¿Quiénes llevan a cabo esos crímenes? De acuerdo con estos testimonios, integrantes de la Patrulla Fronteriza.

Con evidente atraso circuló un “gemido” de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

“Estamos dolorosamente conscientes del trauma que padecen los detenidos mientras se encuentran en las ‘hieleras’ o ‘perreras’ (celdas de contención de la frontera)”, declaró Cheryl Little, directora ejecutiva de la organización Americans for Immigrant Justice, que radica en Miami.

Antes llegaron nuevas quejas sobre la brutal actitud de la citada patrulla, como por ejemplo:

“Una niña hondureña de 14 años dijo que le ordenaron ‘meterse en la perrera’”, y un niño dijo que un oficial le gritó: ‘Oye, no me escuchaste, animal’.

Defensores como Little han dado la voz de alarma sobre el trato que reciben inmigrantes almacenados cerca de la frontera.

¿Debido? “A la escasa atención pública que reciben sus casos”.

Otro ejemplo aterrador es el caso del migrante y su hija de 23 meses ahogados en un río, cuya foto recorrió el mundo.

¿Cuál fue la reacción ante ello durante un encuentro de agentes de la Patrulla?

En ese foro bromearon sobre sus pérdidas de vida y llegaron a cuestionar la autenticidad de la fotografía que avergüenza a todos los implicados.

Una ampliación del hecho indicó la pérdida de tiempo sufrida por ellos en la tramitación exigida para el asilo.

Ni Dios perdonará tanta infamia.