Andanzas hispánicas

La Compañía contará como invitados especiales con el Maestro Luís Manuel Molina, así como con Alejandro Valdés y el Grupo Flamenco Palo de Agua.

Andanzas Hispánicas propone un programa combinado que muestra las diferentes aristas del quehacer danzario del Ballet Español de Cuba.

Esta temporada invita a un recorrido, a partir de la música, el baile y cante jondo, por diversas regiones de España. Según fuentes del Teatro, la Escuela Bolera, el flamenco, farrucas, bailes populares y regionales vibrarán en la escena.

El Ballet Español de Cuba fue fundado en 1987 por el primer bailarín y coreógrafo Eduardo Veitía, quien la dirige desde entonces. En la actualidad, está integrado por jóvenes bailarines, gran parte de los cuales han sido formados también en la propia agrupación.

Durante estos 32 años de existencia, la compañía ha conformado su repertorio con obras de gran complejidad artística y técnica.

Sobresalen piezas devenidas clásicos como: “Aquel brujo amor”, “Carmen” y “El Fantasma”, esta última inspirada en el Fantasma de la Ópera. También han bailado con gran éxito piezas como “La Habana Valdés”, inspirada en la conocida novela cubana de Cirilo Villaverde “Cecilia Valdés”; “La Casa Alba”, una hechizante puesta en escena en la que danzan las habitante de la obra lorquiana “La Casa de Bernarda Alba”, entre otras coreografías.

La agrupación cuenta con una unidad artístico-docente, perteneciente a la cátedra de ballet de la Escuela Nacional de Danza, lo que constituyó la primera experiencia de su tipo con las danzas españolas dentro del sistema de la enseñanza artística del país. Sus alumnos se forman en la especialidad de baile español durante tres años hasta vencer el nivel medio de enseñanza. También organizan Talleres Vocacionales.

El Ballet Español de Cuba, primera compañía de raíz hispánica fundada en la Isla, ha triunfado en la propia península ibérica, así como en diferentes plazas latinoamericanas.

Eduardo Veitía, su director fundador, ha sabido imprimirle un sello muy particular de altísimo rigor a la vez que ha preparado el necesario relevo en ese mundo de bulerías, fandangos y soleás, traído a la Isla por los inmigrantes españoles y que hoy conforman una de las raíces de lo cubano.