Rosaidi Robles: Una gema que disfruta ir en busca de las nubes

Rosaidi Robles: Una gema que disfruta ir en busca de las nubes
Fecha de publicación: 
10 Junio 2019
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Rosaidi Robles tiene el gen de los campeones en la sangre, pero aún no ha concientizado del todo lo grandioso de su récord nacional juvenil en salto con pértiga. Prima del as olímpico Dayron Robles, la holguinera de 18 abriles disfruta cada uno de sus saltos, en ese coqueteo con las nubes.

El memorial Barrientos, ante la ausencia de la estelar Yarisley Silva, envuelta en su gira de verano por Europa, la vio coronarse con 4.20 metros. Incluso, en una mañana en la que aseguró sentirse muy bien, le tiró a su primado, y casi vence los 4.32, pero, en definitiva, no lo consiguió.

Emocionada por su victoria y aún sin la proyección y desenvoltura que poseen los grandes atletas con la prensa, accedió la pertiguista holguinera a dialogar con CubaSí, en medio de una efervescencia inusitada de flashes y micrófonos:

«Me sentí muy bien, sabía que podía superar esa altura, pero al final no se me dio. Toca mejorar un poquito más y mantener la motivación y ganas. Técnicamente, me pesaron un poquito los brazos y el despegue fue un poquito antes, por eso no pude sobrevolar la varilla sobre los 4.32».

—Segunda figura de la pértiga femenina y una de las atletas más seguidas en la actualidad. ¿Cómo lo vives?

—Es un orgullo, ya que desde hace muchos años no se veían estos rendimientos. Seguir los pasos de la campeona es una motivación y espero, en algún momento, compartir escenario con ella.

Compartir entrenamientos y confrontar con Yarisley, ¿qué representa?

Muchísimo, es muy buena conmigo, me enseña, me corrige cuando hago mi secuencia y siempre está ahí, ayudándome y apoyándome en todo.

—Marca mínima para Juegos Panamericanos de Lima. ¿Has visualizado ese escenario de competencias?

Primero pienso en el Panamericano Juvenil. El de mayores no está definido, eso le toca a la comisión. Mis aspiraciones son estar allí, conocer a las demás pertiguistas de la élite que estarán, adquirir experiencia y prepararme más para las próximas competencias.

Prima de Dayron, ¿hasta qué punto ha incidido eso en tu crecimiento?

El apellido Robles tiene madera de campeones. Acá estoy con mi primo, que me apoya mucho, me aconseja en todo. En este 2019 realmente no quiero ponerme límites. Estoy disfrutando mis saltos. Soy muy joven y lo mío es saltar, saltar, y saltar hasta donde pueda.

¿Cómo te defines como garrochista?

De Yari tengo similitudes en la carrera, la fuerza, la potencia al despegar. Por esos parámetros es que he ido mejorando progresivamente. Admiro también a Yelena Isinbaeva. Ambas se encuentran entre las mejores del mundo y son mi espejo a seguir.

El timonel Rolando Palacios: 

«La competencia estuvo en el rango de lo esperado. Nuestro propósito era atacar y estampar otro récord nacional juvenil. Con ella el trabajo es sin apuro, pudimos poner 4.35, pero optamos por poner 4.32.

«Con 18 años, muy pocas de las estrellas de la garrocha habían logrado superar los 4.30. Rosaidi es muy rápida y muy fuerte. En estos momentos tratamos de mejorarle paso a paso la parte técnica. Y que aumente la longitud del agarre. Ahora lo llevó de cuatro metros a 4.15 y por eso el incremento de centímetros en sus alturas.

«En lo que resta del año, puedo decirte que puede llegar hasta donde ella quiera. Atraviesa un buen momento, disfruta lo que hace, y podemos esperar muchas cosas positivas de ella», explicó el mentor, formado en la extinta Unión Soviética, Máster en Ciencias de la Cultura Física, y con el aval de una veintena de primacías nacionales salidas de los saltos de sus pupilas.

—De cara al Panamericano Juvenil, ¿qué hay proyectado como posible resultado?

—Lo nuestro es estar en el podio. Hay estadounidenses con mejores marcas que ella, pero son un año mayores. No nos preocupa eso. Se trata de disfrutar y alcanzar una  medalla. Ella puede hacerlo.

Virtudes como velocidad, explosividad y fuerza, ¿componentes de su carrera?

Su carrera consta de 14 pasos y, como le explicaba, está estrenando agarre de la pértiga a 4.15. En su último intento casi logra el 4.32, pero se quedó un tin atrás. Aun así, lo evalúo de muy bueno, y eso nos da la medida de que tiene para mucho más. No puedo vaticinar cuánto exactamente, pero continuará creciendo.

«En el caso de los Juegos Panamericanos, estaríamos hablando de una especie de entrega del batón. Yarisley y ella, compitiendo juntas en una lid de envergadura. Esa experiencia y confianza la necesita, proyectándonos hacia el Mundial juvenil del año próximo. Su psiquis debe fortalecerse, y en estos tres años de trabajo juntos ha crecido considerablemente».

¿Qué elementos ponderar y sobre cuáles dirigir los esfuerzos prioritarios?

El salto con pértiga no es un número de circo, pero posee componentes acrobáticos. La parte atlética la posee, que son carrera de impulso y despegue. La segunda parte, la acrobacia, es lo que estamos potenciando y perfeccionando. El vuelo propiamente. Requiere de muchas repeticiones y esfuerzo. Eso nos dará un índice, que no es más que la relación entre su agarre y la altura de la varilla.

Rosaidi, en este minuto, se encuentra igualada en la cuarta plaza del ranking universal juvenil. Le anteceden las estadounidenses Chloe Cunliffe (4.47) y Nastassja Campbell (4.36), la neozelandesa Olivia McTaggart (4.46), y dos chinas están igualadas con nuestra representante.

De vuelta a la fecha del adiós, se coronó en los 10 mil metros femeninos Dailín Belmonte (35:28.46 minutos); su coequipero Reinier Mestre marcó 15:11.0 en los cinco mil; Pedro Acuña (1:50.02) reinó en la doble vuelta al óvalo; y el estadounidense Zechariah Blake (58.56 metros) se adueñó de la jabalina; lo mismo que su coterránea Morgan Smalls (1.79) en la altura femenina.

La mexicana María Orozco (16.17) aprovechó la ausencia de Yaniuvis López para imponerse en la bala; el disco varonil vio erigirse vencedor a Félix Valle (57.94); en tanto Lázaro Rodríguez (51.20 segundos) fue el más veloz en los 400 c/v.

Hablando de veloces, los relevos fueron dominados por las postas anfitrionas, con excepción del 4x100 femenil, donde las noveles estadounidenses registraron 45.67 segundos.

Entre varones, el Cuba A hizo 40.08, y las estafetas de 4x400 dominaron a razón de 3:34.97 las damas, y 3:08.39 los varones.

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