La trova de Gerardo Alfonso, más allá de la guitarra

La presentación, organizada por el Centro Nacional de Música de Concierto, constituirá, a decir de Alfonso, una ocasión más para continuar persiguiendo su propósito de ensanchar los horizontes de la trova y la canción de autor a través del piano, y no solamente desde la guitarra.

En conferencia de prensa en el Instituto Cubano de la Música, el talentoso artista informó que interpretará un total de 20 canciones enmarcadas en diferentes épocas de su trayectoria artística comenzada por los años 80 del pasado siglo, así como algunos estrenos.

Alfonso comentó, además, que el público capitalino podrá disfrutar de este concierto en una repetición que realizará más adelante en la habanera Sala Teatro Hubert de Blanck (Calzada No. 654 en el Vedado).

Con estos recitales, explicó el autor de Sábanas blancas y Son los sueños todavía, intenta contribuir a la recuperación de los pianos que algunas vez formaron parte de las salas de presentaciones del país y que hoy se encuentran en desuso o deteriorados e instó a otros artistas a sumarse a este noble empeño.

Hace 60 años en casi todas las casas, museos y centros culturales había un piano, argumentó el trovador e informó que su intención es hacer un concierto en cada sala que encuentre donde haya uno de estos instrumentos musicales.

Gerardo Alfonso es hoy uno de los más destacados cantautores cubanos, seguidor de la obra de la obra de Silvio Roodíguez,Pablo Milanés y los brasileños Caetano Veloso, Gilberto Gil y Milton Nascimento.

Creó el ritmo guayasón, con elementos melódicos de la música campesina y la afrocubana y además de haberse hecho acompañar de la guitarra en toda su carrera, ha incluido desde hace más de 15 años el piano como instrumento acompañante.

Quisiera, Se puede ser, Soy un mambí, Mi canto es universal, Policía y Cuenta con lo que soy, son otros de sus temas más conocidos.