DE LA HISTORIA DEPORTIVA: El triple salto glorioso de Joao Carlo

DE LA HISTORIA DEPORTIVA: El triple salto glorioso de Joao Carlo
Fecha de publicación: 
31 Mayo 2019
0
Imagen principal: 

¡Qué clase de vuelo! Y aterrizaje sabroso. Cuando miden, el brasileño Joao Carlo de Oliveira entra por la puerta grande hacia la gloria en los Panamericanos de Ciudad de México 1975: ha roto el récord del planeta en triple salto al lograr 17.89 metros. No importa que el dogmatismo o la estupidez de algunas encuestas lo ignoren: él es el más destacado deportista latinoamericano del año y ha conseguido una de las más grandes hazañas deportivas en esos 365 días. Agrega también la dorada en salto largo con 7.19.

El boxeo cubano muestra su gran salto -llegará más lejos- cuando todos sus púgiles salen premiados: siete de oro, dos de plata y dos de bronce: para Rolando Garbey su tercera corona consecutiva en el clásico. El azteca Olegario Vázquez Raña empata la marca del orbe en fusil neumático: 393 de 400 posibilidades. El decatlonista estadounidense Bruce Jenner eleva la marca del certamen a 8 043 puntos.

Está la proeza del cienfueguero Silvio Leonard quien siguió hasta vencer, a pesar de sufrir una contractura en una pierna en medio de la carrera de los cien metros planos, con tiempo de 10. 15. Después cayó en un foso y, herido otra vez por la mala suerte, las lesiones le impiden actuar en los 200 y en el relevo corto.

Sí, hay otras conquistas dignas de aplausos, pero ninguna se eleva a la altura del logro de Joao de paolo (de salto) como se le llama cariñosamente, que repetirá su doble éxito cuatro años después en San Juan con 17.27. y 7.18. Silvio se desquitará allí: corona en 100 (10.13) y 200 (20.37) y plata en el 4 x 100 (39.14).

Aparición tranquila de una estrella: Carl Lewis obtiene bronce en la prueba de longitud (8.13) de la ciudad boricua; en Indianápolis 1987 será el uno (8.75). Se convertirá no solo el más destacado saltador largo de todos los tiempos: será el más grande atleta del mundo en el siglo XX. Cabe recordar la labor subtitular de Bob Beamon en Winnipeg 1967, superado por su coterráneo Ralph Boston 8.29 por 8.07. Asombraría con 8.90 en la lid olímpica de México 1968.

En San Juan comienza la hegemonía de un clavadista considerado un fuera de serie, grande entre los grandes de todas las épocas: Greg Louganis (EE.UU.), con doble victoria. Repetirá los triunfos en Caracas 1983 e Indianápolis 1987. En la piscina borinqueña refulge su coterránea Tracy Caulkins. En la alberca venezolana, los de USA mantienen su solidez. Rompen tres topes mundiales: Steve Lundquist en 100 de pecho (1: 02.28), Rick Carey en 100 de espalda (55.19) y el relevo mixto (3:40.42).

El luchador supercompleto de la Mayor de las Antillas, Candido Mesa, vence en la libre y la greco de Caracas 83. Casimiro Suárez, de su misma delegación, encabeza la brega en la gimnasia artística: seis cetros y el mayor acumulador, heredero de sus compatriotas Jorge Rodríguez y Jorge Cuervo, ases en el 75 y el 79. Para Margarita Rodríguez, su tercer máximo galardón consecutivo.

Eso sí, ninguno pudo quitarle el campeonato de la rechifla al gobernador de Puerto Rico, Carlos Romero, en la apertura de la justa de la capital de su nación cuando decidió izar la bandera y que se ejecutara el himno de Estados Unidos primero que los de la sede, basado en la esclavitud del estado libre asociado,. En la clausura, el abuCheo contra él tomó semejantes proporciones.

En el medallero de México, uno-dos USA y Cuba: 117-82-47 por 57-45- 32. En 1979 y 1983 iguales sitios: 128-93-45 por 64- 47-34 y 168-1º18-83 por 75-52-44.En las tres ocasiones, Canadá, aunque bastante rezagado, es tercero.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.