Cuba apuesta por la equidad en la distribución de productos de primera necesidad

Cuba apuesta por la equidad en la distribución de alimentos y productos de aseo frente al déficit de algunos de estos a causa del recrudecimiento del bloqueo económico y comercial y otras medidas que ha adoptado el gobierno de los Estados Unidos a partir de la vigencia del Título III de la Helms-Burton.

Afirmó la víspera en el programa televisivo Mesa Redonda la Ministra de Comercio Interior (MINCIN), Betsy Diaz Velázquez, al abordar algunas de las medidas y regulaciones tomadas con el objetivo de solventar en lo posible la situación de desabastecimiento.

La Titular explicó que a partir de la postura adoptada por los Estados Unidos determinados proveedores de instituciones financieras bancarias “no quisieron operar con nosotros y hubo que reorientar los mercados de orígenes de productos de primera necesidad”.

Acompañada de directivos del MINCIN, destacó que el asunto es de constante ocupación del Gobierno, de los productores de todos los sectores y de las entidades comercializadoras e importadoras.

El desabastecimiento ha llevado, por supuesto, al acaparamiento, a la incertidumbre, al pánico, frente a lo cual se han ido adoptando medidas con el objetivo de buscar soluciones para aumentar las ofertas a la población.

Entre los productos más deficitarios mencionó el aceite (en la actualidad se ha creado una demanda artificial, pero se asegura su estabilidad a partir de la producción nacional y las importaciones);  el pollo, el huevo (ya viene teniendo una recuperación), y la carne de cerdo (hasta el segundo semestre del año no logrará estabilizarse).

“Un mercado desabastecido no se estabiliza en corto tiempo”, enfatizó.

Se refirió a las opiniones de la población, muchas de las cuales insisten en que se sigan racionalizando los productos. No obstante, aclaró que no es política del país seguir incorporando productos a la canasta familiar normada, sino propiciar los mercados de oferta y demanda.

Comentó que aunque estas son las prioridades, no se descuidan otros programas que responden a la dinámica demográfica y a la política de la vivienda.

Sobre las medidas que se han ido adoptando frente al desabastecimiento y la carencia de productos, intervino en el programa Francisco Silva Herrera, director general de ventas de mercancías del MINCIN.

El funcionario consideró necesario explicar las diferencias entre venta normada y controlada.

La distribución normada (en más de 13 mil establecimientos) se realiza todos los meses a partir de una cuota fija que abarca 19 productos de manera general e incluye más de un millón 324 mil dietas médicas. En total se distribuyen mensualmente alrededor de 125 mil 850 toneladas de productos, entre frescos, frijoles y otros.  

Por su parte, la venta controlada es aquella que se lleva a cabo en toda la red de bodegas y carnicerías, se trata de productos no subsidiados que se ofertan según las disponibilidades y se anotan en la libreta de control de los abastecimientos. Ejemplo de ello -dijo- es lo que se viene haciendo con el huevo desde el año pasado.

La venta regulada (tiene un límite de cantidad) es aquella que se realiza en la red de ventas liberadas. Por ejemplo, en los 511 mercados ideales, en los más de mil 169 mercados industriales y en un grupo de bodegas seleccionadas.

Con el propósito de que la población tenga mayor acceso a un producto de alta demanda como la salchicha, manifestó que se comenzará a comercializar (teniendo en cuenta la composición del núcleo) a partir del presente mes en la red de carnicerías, con independencia de las que se venden en las tiendas recaudadoras de divisas.  

En relación con el huevo, agregó que la decisión fue comercializarlo de forma regulada, pero hay una red reducida, como puede ser el Mercado Palco, donde se mantiene una venta en CUC para un sector determinado, como son los técnicos extranjeros, el sector diplomático. “Son cantidades insignificantes en comparación con la distribución que se hace de forma controlada”.
 
En relación con los trabajadores por cuenta propia, dijo que los grupos empresariales de comercio están seleccionando en cada provincia establecimientos (sobre todo de elaboración de alimentos y gastronómicos) que también podrán beneficiarse con ventas de manera controlada.

Los trabajadores por cuenta propia participan en el mercado minorista y en muchas ocasiones con mayor capacidad de compra, lo cual limita el acceso de la población con bajos recursos. Esta medida nos debe permitir en un determinado momento crear condiciones para abrir el mercado mayorista, aseveró el funcionario del MINCIN.

Sobre los productos de aseo, aclaró que se van a mantener liberados (en los mercados de artículos industriales y en un grupo de unidades minoristas o bodegas seleccionadas); no obstante se están adoptando medidas de regulación; es decir un limite de cantidad a adquirir por los clientes.

Significó que las cadenas de tiendas mantendrán la comercialización de los productos de aseo, y estas han manifestado que hay estabilidad en las coberturas de detergentes, jabones, pasta dental y papel sanitario, por mencionar algunos ejemplos.

En la Mesa Redonda -dedicada al Comercio Interior y sus desafíos- participaron además Yosvany Pupo Otero y Mirurgia Ramírez Santana, director de ventas minoristas y directora general de servicios del MINCIN, respectivamente.

Pupo señaló que constituye una prioridad aumentar la producción de los cárnicos, y dijo que hoy este ministerio labora de manera conjunta con el de la Industria Alimentaria con el propósito de buscar alternativas para la alimentación, teniendo en cuenta los valores nutricionales.

Por su parte, Mirurgia se refirió, entre otros asuntos, al programa de ahorro de energía, sobre todo los módulos de cocción de alimentos, lo cuales también han recibido el impacto de la falta de financiamiento.

En los instantes finales del programa, la Titular del sector, exhortó a trabajadores, cuadros, y dirigentes de base, administrativos y de los órganos del Poder Popular, a combatir las indisciplinas e ilegalidades, así como las violaciones de los derechos de los consumidores. Abogó por “un comercio que frene el deterioro moral y que dé un servicio como la población merece”, resaltó.