Esas medidas, unidas al bloqueo a la Franja de Gaza, violan el Cuarto Convenio de Ginebra y erosionan la viabilidad de una solución sobre la base de la creación de dos Estados, apuntó la embajadora.
Desde el último debate abierto sobre este tema en el Consejo, no se produjeron progresos a favor de la justa causa del pueblo palestino y por el contrario, se percibe en el último trimestre un agravamiento peligroso del deterioro de la situación, señaló.
Al conmemorarse un año de la Gran Marcha del Retorno, Israel sigue usando la fuerza de manera indiscriminada y desproporcionada contra decenas de miles de civiles palestinos en Gaza, quienes se manifiestan pacíficamente por el fin de la ocupación, el bloqueo y la realización de sus derechos, denunció.
En tanto, añadio la embajadora, los ataques aéreos y los bombardeos israelíes continúan masacrando al pueblo palestino, mientras el Consejo de Seguridad se mantiene en silencio.
De hecho, resulta muy lamentable que este órgano, por la obstrucción reiterada de la delegación de Estados Unidos, no condene la escalada de violencia y los trágicos acontecimientos ocurridos en la Franja de Gaza, desde el 30 de marzo de 2018.
Cuba también expresó su pronfunda preocupación por la decisión de Israel de no renovar el mandato de la Presencia Internacional Temporal en Hebrón, y es muy lamentable que el Consejo de Seguridad también haya sido incapaz de exigir cuentas en ese sentido, observó la diplomática.
El Consejo debe cumplir la responsabilidad que le otorga la Carta de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y exigir el fin inmediato de la ocupación de los territorios palestinos y de las políticas agresivas y prácticas colonizadoras, recalcó.
Cuba ratificó su apoyo a la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer el derecho a la libre determinación y su respaldo a que ingrese como país miembro pleno de la ONU.
Asimismo, rechazó la acción unilateral de Washington de reconocer a la ciudad de Jerusalén como la capital de Israel, y criticó la retirada del apoyo financiero norteamericano a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, lo cual profundiza la precaria situación humanitaria.
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