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Subrayó que la aplicación de esa norma y las nuevas medidas no solo dañarán a la economía y al pueblo cubano, sino que afectarán también los intereses económicos estadounidenses y de otros países, según precisa un comunicado de la sede diplomática antillana.
Vidal defendió la posición de su gobierno en defensa de la paz y contra las medidas coercitivas, la interferencia extranjera y una intervención militar de los Estados Unidos en Venezuela.
Según la CBC la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de permitir juicios contra compañías que operan en propiedades que Cuba confiscó a los estadounidenses después de la revolución de 1959 podría exponer a las empresas canadienses a un litigio.
Canadá está 'profundamente decepcionado' con la decisión de la Casa Blanca, dijo el miércoles la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, quien en un comunicado sostuvo que discutió este tema con empresas canadienses 'para reafirmar que defenderemos plenamente los intereses de los canadienses que realizan negocios e inversiones legítimas con Cuba'.
'Revisaremos todas las opciones en respuesta a esta decisión de los EE. UU.', dijo Freeland, citada por CBC. Nuestras inquietudes 'son de larga data y bien conocidas por nuestros socios', apuntó.
La decisión de Washington crea fricciones con sus aliados tradicionales y según una declaración de la jefe de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, y la comisionada de comercio de esa agrupación, Cecilia Malmstrom, considerarán 'todas las opciones a su disposición para proteger sus intereses legítimos, incluso en relación con sus derechos en la OMC y mediante el uso del Estatuto de Bloqueo de la UE'.
El bloque de 28 naciones advirtió que podría relanzar un caso de la Organización Mundial del Comercio sobre el tema, mientras que su 'ley de bloqueo' permite a las empresas de la UE demandadas en Estados Unidos recuperar los daños de los reclamantes estadounidenses en los tribunales de la UE.
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