EE.UU. desmanteló red global de pederastas

EE.UU. desmanteló red global de pederastas
Fecha de publicación: 
5 Agosto 2012
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Las autoridades estadounidenses han identificado a por lo menos 140 víctimas de una monstruosa banda de pornografía infantil en siete países de dos continentes, México incluido, y advirtieron que puede haber muchas más, considerando las cientos de miles de imágenes que descubrieron en las computadoras de los sospechosos.

En total, 43 personas, todos hombres, han sido detenidos en los dos últimos años. La red tenía integrantes en diversos campos laborales: un titiritero infantil en Florida, un gerente de hotel en Massachusetts, un técnico de emergencias médicas en Kansas y un asistente de guardería infantil en Holanda.

La execrable red de pornografía infantil empezó a ser desentrañada como un suéter que se deshace con un simple hilo suelto. En este caso, la punta de la madeja fue un conejito de peluche. El conejito, visto en la fotografía de un bebé angustiado y medio desnudo de año y medio de edad, fue la pista para rastrear esmeradamente y hallar a un maníaco sexual en Amsterdam.

Se investiga también posible canibalismo

A partir de entonces, la policía empezó a hacer una detención tras otra de hombres acusados de pederastia, intercambiar fotografías explícitas de agresiones e incluso conversar en línea sobre secuestrar, cocinar y comer niños.

La policía, que ha identificado a más de 140 víctimas, también investiga si los hombres que hablaron de homicidios y canibalismo incurrieron de verdad en esos delitos o solo intercambiaban fantasías perversas.

La investigación, que sigue ampliándose, recibió el nombre codificado de Holitna, por un río en Alaska que tiene muchos afluentes. «Son lo peor de lo peor», recalcó el agente Bruce Foucart, encargado, en Boston, de la unidad de Investigaciones en Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).

«Esto no es nada más un niño que esté desnudo y que alguien le toma una fotografía. Es un niño que está siendo violado por un adulto, lo cual es horrible». El caso comenzó a desenmarañarse cuando Robert Diduca, gerente de un hotel Sheraton en la ciudad estadounidense de Milford, en el estado de Massachusetts, envió la fotografía de un niño holandés a un agente federal encubierto en Boston. Diduca, casado y con dos hijos, usaba el apodo de «Babytodd» y al enviar la foto, creyó que lo hacía a otro hombre que deseaba contacto sexual con bebés e infantes pequeños.

Los agentes retransmitieron la fotografía a la Policía Internacional (Interpol) y a varios países. Una policía danesa reconoció el conejito como Miffy, un personaje de una serie de libros infantiles en Holanda. También le siguió el rastro al suéter naranja del niño hasta una tiendita de Ámsterdam que había vendido solo otros 20 similares. La imagen fue transmitida por la televisión y en cosa de minutos varios amigos y parientes se comunicaron con la madre del niño.

Robert Mikelsons, trabajador de una guardería infantil de 27 años y quien fue contratado para cuidar al niño, fue detenido. En su computadora había miles y miles de niños que eran víctimas de abusos y violación, incluido el bebé que tenía el conejito de peluche.

Las fotografías, junto con los sitios de conversación en línea que fueron detectados en las computadoras de Diduca y Mikelsons, permitieron encontrar a tres decenas de otros sospechosos en siete países, incluyendo México, Canadá, Gran Bretaña, Alemania y Suecia.

Una víctima de 19 días de nacido

La víctima de más edad en Holanda tenía cuatro años y el de menor edad solo 19 días. La fiscal federal de Massachusetts, Carmen Ortiz, que encabezó el proceso contra Diduca, dijo que la demanda de fotografías con agresiones sexuales contra infantes pequeños, incluidos bebés y niños que empiezan a caminar, ha crecido drásticamente en los últimos años.

«Esta demanda provoca el abuso de niños, aunque existe la idea equivocada de que, en cierta manera, ver pornografía infantil es un delito sin víctimas», puntualizó. «Por supuesto que no lo es».

Diduca se declaró culpable de pornografía infantil y explotación sexual, cargos por los que fue sentenciado a 18 años de prisión. Su abogado, Richard Sweeney, afirmó que un dirigente de los Boy Scout abusó sexualmente de Diduca cuando era niño.

«Lo entiende, sabe que necesita ser castigado, sabe que estuvo mal lo que hizo», añadió Sweeney.

Mikelsons, tras confesar que abusó sexualmente de más de 80 infantes, también fue condenado a 18 años de cárcel una vez que cumpla una internación siquiátrica por tiempo indefinido.

Para los agentes que llevan el caso, las pistas de la red parecen no tener fin. La semana pasada arrestaron a otro hombre de Massachusetts luego de hallar en su computadora pornografía infantil y fotografías de lo que parecían niños muertos. Al parecer tenía conversaciones en línea con Michael Arnett, de la ciudad de Roeland Park, en Kansas, y con Ronald Brown, un titiritero infantil de Largo, en Florida.

Arnett fue detenido en mayo. Brown fue uno de los cuatro hombres aprehendidos en julio, quienes dijeron que tuvieron conversaciones con Arnett sobre secuestrar y comer niños. Un video en YouTube muestra a Brown en un programa católico de televisión infantil de los 80. En el video, le dice a una marioneta vestida de niño que hizo bien al negarse a ver las «fotografías sucias» que otros chicos querían presentarle.

Algunos de los investigadores se toparon en la computadora de Arnett con algo que jamás habían encontrado: conversaciones en línea largas y descriptivas sobre su deseo de secuestrar, matar y comer infantes. En sus pláticas, dijeron que también habían tomado fotografías de un niño desnudo de dos años en una bandeja dentro de un horno. Ese niño y otros dos que supuestamente fueron víctimas de Arnett aparecieron luego vivos.

Comentarios

Hace aproximadamente diez años en las costas de Guerrero, México (Zihutanejo), la gente observaba a un niño extranjero con los mismos rasgos de este degenerado Robert Mikelson, iba en compañía de su padre y de un afeminado, hospedado en lujoso hotel. Lo que este niño hacía y que a todos nos llamó la atención, era que estaba insultando (a voz en cuello) a toda la gente al pasar una calle, en un salón, etc, por ejemplo, les empujaba a la gente con sus brazos para abrir paso a su padre y les escupía cuando un nativo se les acercaba. El padre no le decía nada a su hijo, incluso le fomentaba ese comportamiento. Ahora que veo a este degenerado Robert Mikelson en los retratos de la prensa de Amsterdam, recuerdo muy bien que era el mismo niño, pero diez años después. Saludos desde México.

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