USA-Venezuela: Abominable cinismo de Mike Pence

Sucedió durante otra sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que por tercera vez solicitó la Casa Blanca para juzgar a Venezuela.

Desde el inicio, funcionarios de Trump asomaron su verdadera intención pedir fuese reconocido “como legítimo presidente de Venezuela” una persona conocida de vista en la cuadra de su casa.

Allí, unos le llaman Juanito, y otros por su apellido, Guaidó, Cuaidó, y otras yerbas aromáticas y menos saludables.

Según la agencia noticiosa Associated Press (AP), el número dos de la Casa Blanca afirmó a reporteros:

“Ha llegado la hora de que la ONU reconozca a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y acepte a su representante en esta organización".

Después narró: el vicepresidente miró al embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, sentado en el Consejo, y se dirigió directamente a él:

"Con todo respeto, señor embajador, usted no debería estar aquí".

"Usted debería regresar a Venezuela y decirle a Maduro que llegó su hora, que llegó la hora de que se vaya", añadió, mientras Moncada sonreía con sorna y negaba con la cabeza.

Según estimaciones no avaladas de Naciones Unidas, alrededor del 20 por ciento de la población venezolana necesita ayuda humanitaria.

¿Y sobre el feroz y desembozado bloqueo financiero, comercial y de todo tipo que Washington aplica a la nación suramericana?

Silencio absoluto, mientras hablan de sus negativos efectos como si fueran algo impuesto por un castigo divino.

Y con el mismo lenguaje hipócrita y supuestamente lastimero se refieren a enfermedades crónicas, embarazadas y niños en una situación vulnerable.

AP, no se detiene ahí, continúa señalando, la crisis ha tenido un fuerte impacto en la alimentación de los venezolanos.

Se remite a un solo ejemplo, en 2018 cifras de la ONU calcularon que más de tres millones y medio de personas sufrieron algún efecto del bloqueo estadounidense.

Incluidos un millón 300 mil niños menores de cinco años, aunque, puntualizan, se trata de una estadística no enteramente confiable.

Pero sí brinda una cercana idea respecto hasta dónde llega la embestida fraguada públicamente en Washington contra los venezolanos.

¿Sabe acaso el vicepresidente Mike Pence lo que sucede en esa nación suramericana?

Todo bajo la óptica que le transmiten excretas como su dilecto Guaidó.