Arremetida de Trump contra chicos inmigrantes

Serían, por ahora, los procedentes de Centroamérica, “para encarar la actual crisis migratoria que desborda a las agencias oficiales”.

Su tramitación corrió a cargo de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, mediante una carta al Congreso.

Tal misiva solicita “autoridad para devolver a sus familias, de manera segura y ordenada, a los menores no acompañados si carecen del derecho legal de quedarse en Estados Unidos”.

El Gobierno Trump también requerirá beneplácito para mantener detenidas a las familias que piden asilo hasta que se resuelvan sus procesos judiciales migratorios.
Medios de prensa recuerdan que actualmente no se permite detener a menores por más de 20 días. Así lo estableció en 1997 un acuerdo judicial denominado “Flores”, hoy vigente.

Nielsen asimismo reclama a las dos cámaras legislativas de Washington autorización para que los solicitantes de asilo completen sus trámites en las respectivas naciones de origen.

Ello, con vistas a evitar el peligroso traslado hacia el norte, según voceros oficiales causa de la emergencia fronteriza.

EFE hizo notar que las llegadas de inmigrantes, a Estados Unidos, de cara a otras estadísticas, se encuentran en “sus mayores niveles de los últimos 13 años”.

En su carta al Congreso, Nielsen calificó de "insostenible" el nivel de "personas vulnerables" que llegan en grandes grupos a la frontera y dijo que sus agentes "simplemente no tienen los recursos" para atenderlos.

Lo corroboró el jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Kevin McAleenan, quien advirtió este miércoles que la frontera está desbordada.

Hasta el extremo, puntualizó, que sus custodios dejan libres a inmigrantes detenidos tras realizar verificaciones superficiales sobre sus antecedentes.

Mientras, crean las condiciones para llegar a cumplir el plan asomado por Trump.

El actual capítulo engrosa una vergonzosa historia que contempla infantes encerrados en jaulas separados de sus padres, caravanas de humildes inmigrantes reprimidas y víctimas de una brutal represión.

Sin embargo, un sector de la sociedad estadounidense recibe con satisfacción los duros epítetos que Donald Trump ha lanzado contra estos.

De cara a las elecciones de 2020 es imposible olvidar esa realidad.