Osorio también salta... de felicidad

Osorio también salta... de felicidad
Fecha de publicación: 
11 Marzo 2019
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Una noticia impactó a los seguidores del deporte cubano en la tarde de este domingo: el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría saltaba 8,92 metros en la última jornada de la Copa Cuba de Atletismo y la euforia era generalizada.

Es cierto que el registro no será homologado por el exceso de viento a favor (3,3 metros por segundos, cuando es 2,0 el máximo permitido), pero lo sucedido en la reparada pista de las afueras del Estadio Panamericano quedó como lo más importante de la cita y dará aún mucho de qué hablar en los meses por venir.

Para tener solo una idea de la magnitud de ese registro vale recordar que el récord mundial de la especialidad es de 8,95 metros y está en poder del estadounidense Mike Powel desde el 30 de agosto de 1991. Y que Iván Pedroso, el cubano más espectacular que ha pasado por los tanques de salto, tiene como marca personal 8,71.

Juan Miguel todavía no ha cumplido los 21 años de edad, es campeón mundial bajo techo y ya fijó su registro particular en 8,68 metros. Incluso, en la temporada anterior consiguió también un brinco de 8,83 metros, no oficializado por viento a favor de 2,1.

Detrás de los buenos saltos del camagüeyano está la guía del extriplista Daniel Osorio, un hombre que, como varios de su generación, se ha convertido en entrenador de éxito en la especialidad de saltos horizontales, en los que Cuba ha tenido siempre muy buenos referentes.

Osorio funge además como jefe técnico de la preselección nacional y tuvo una anterior experiencia de éxito con el triplista Pedro Pablo Pichardo, quien bajo su égida se convirtió en el primer cubano que sobrepasó los 18 metros y aunque luego decidió no competir más por Cuba, la base de sus triunfos se formó aquí.

Al trabajo con Juan Miguel llega más experimentado, probando estrategias ensayadas por otros grandes atletas y sobre todo muy concentrados ambos en las metas que se han fijado.

De ese tema, del tremendo salto que estremeció ayer el deporte en la Isla, y de los saldos de esta primera macro estructura cerrada con el certamen nacional, conversó Osorio con la prensa.

¿Esperabas un salto como este?

Para nada. Todavía seguimos trabajando en cuestiones técnicas, aunque Juan Miguel ha llegado a esta competencia en muy buena forma. Sabíamos que el único contrario iba a ser precisamente el aire, pero pensé en una marca por encima de 8,40 metros, quizás 8,50… pero no un salto de tanta magnitud.

¿Satisfecho entonces con este primer momento que cierra ahora?

Estoy bien satisfecho con el resultado y más con lo logrado desde el punto de vista técnico-táctico, en lo que estamos trabajando ahora.

Se corroboró una vez más el objetivo de que el primer salto sea siempre válido y nos garantice estar en cualquier final. Un salto como este, sólido, sin aire y en otras condiciones estamos seguros que va a ser por encima de los 8,30 y eso permite decir que hay un Juan Miguel consolidándose como saltador en la élite.

¿En que se basan las metas que te has propuesto?

Más que todo dirigidas al cierre del cuatrienio, es decir, me van a escuchar hablando de lo mismo reiteradamente porque no pienso cambiar los objetivos. Quiero llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio con elementos técnicos consolidados. Más que todo seguiré trabajando siempre en la relación carrera de impulso-despegue, en la relación tiempo de despegue-aprovechamiento del mejor ángulo del despegue… Es lo que me ha dado realmente resultados.

¿En tu opinión le quita mérito el fuerte viento con que logra ahora estos 8,92 metros?

Lo hizo todo bien, el aire lógicamente ayuda, pero si estas mal con ese aire tampoco saltas, por eso estoy satisfecho y realmente no es tanto la marca como que lo hizo todo bien desde el calentamiento. Queríamos el mejor resultado aquí en la Copa Cuba y ha salido.

Desde el bajo techo estoy satisfecho, las marcas han ido saliendo poco a poco, estamos consolidando el sistema de trabajo y nos está dando grandes dividendos.

Esto nos da una medida de cara a Lima, nos confirma qué y cómo debemos hacerlo. Tenemos que seguir trabajando en el fortalecimiento. Tengo que mencionar que no soy yo solo, detrás de los saltos de Juan Miguel hay un equipo maravilloso, está el médico Fidel Frías, el “fisio” Abdel y el sicólogo Abelito.

Este tipo de atleta lleva un trabajo personalizado, los grandes atletas del mundo lo llevan y él lo es, por eso tenemos que tratarlo como tal.

El médico me da sugerencias, el fisioterapeuta lo recupera de una sesión a otra, el sicólogo me aporta sugerencias para seguir fortaleciéndolo en lo metal… En fin, es un equipo completo.

Generalmente se habla mucho de la importancia del primer salto… ¿Trabajas para eso?

El primer salto es un impacto que funciona, lo vivimos con Iván Pedroso, él siempre decía: ese primer salto tiene que ser así, igual que el último, que es el matador, pero el primero es el del impacto.

Por eso trabajamos sobre la base de la perfección en el primer salto, que tiene que ser bueno porque te ubica. Y el último tiene que ser el mejor de la competencia.

Lo trabajo en el entrenamiento, hacemos sesiones dedicadas a eso, en materia de calidad, no en distancia, en ejecución. Si me hace cinco o seis saltos bien, el último tiene que ser muy bueno; y si los hace todos muy buenos, el último tiene que ser excelente… Son metas que nos ponemos desde el punto de vista coordinativo.

Por eso el objetivo que nos trazamos para esta etapa fue ampliamente cumplido, porque en las tres competencias del invierno y en esta los primeros saltos todos fueron válidos y por encima de los ocho metros.

 

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