México: Intelectuales, artistas y presidentes eran espiados

    Por supuesto, no escaparon a su lupa del "Gran Hermano" prominentes figuras locales inclusive de la farándula como las actrices María Félix y Silvia Pinal, el actor Ignacio López Tarso, el cantante Juan Gabriel y pintores como Diego Rivera, quien solía presumir de su militancia comunista.

    Según los expedientes recién desclasificados por el gobierno del presidente Andrés López Obrador, la "inteligencia" sometió a una severa vigilancia a todo tipo de personajes, desde ex presidentes, hasta intelectuales y activistas de izquierda.

    De acuerdo con los documentos recién abiertos para consulta pública en el Archivo General de la Nación, las extintas Dirección Federal de Seguridad (DGF), que al desaparecer fue sustituida por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, recién desmantelada, no dejaron "títere con cabeza".

    La DGF elaboró un expediente del Nobel de Literatura García Márquez, donde se registraron sus movimientos en México, Colombia y Cuba en 1967 a 1981, que incluye su participación en reuniones de escritores, tertulias literarias, manifestaciones políticas y correspondencia personal.

    Entre los intelectuales a los que se siguió el rastro figuraron también el poeta mexicano Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Revueltas, Elena Poniatowska, Efraín Huerta, Carlos Monsiváis, Juan José Arreola, Héctor Aguilar Camín, Vicente Leñero y Enrique Krauze.

    Por su parte, el presidente López Obrador fue vigilado por el Estado desde que daba clases de sociología en la Universidad Autónoma del estado de Tabasco, sureste del país.

    Curiosamente su expediente consta de apenas 15 páginas, que contrasta con el del ex presidente Carlos Salinas está integrado por un millar.

    Otros ex presidentes espiados fueron Lázaro Cárdenas, Miguel Alemán, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y Vicente Fox.

    También se dio seguimiento en los años 50 del siglo pasado al argentino "Che" Guevara y al cubano Fidel Castro en su paso por México, donde se prepararon para preparar la expedición del yate Granma, que partió del puerto mexicano de Tuxpan, Veracruz, hacia Cuba, para iniciar la Revolución.

    Personajes notorios de la oposición como el abogado conservador Diego Fernández de Cevallos, el tres veces candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del venerado ex presidente Lázaro Cárdenas, y Luis Donaldo Colosio, candidato oficialista a la presidencia asesinado el 23 de marzo de 1994, tampoco escaparon a los 007.

    Igual suerte corrieron los líderes sindicales como Elba Esther Gordillo, que estuvo varios años en la cárcel, y el jefe del poderoso gremio de trabajadores de la petrolera gubernamental PEMEX, Carlos Romero.

    Tampoco los narcotraficantes más legendarios como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca y Miguel Gallardo, fundadores del Cártel de Guadalajara. Desde varios años antes de la desclasificación de los archivos de espionaje, se sabía que la legendaria pareja de artistas Diego Rivera y Frida Khalo eran un bocado apetitoso para los escrutadores de las vidas ajenas del Estado.

    "Los hombres de la inteligencia saben que el mundo intelectual puede funcionar en favor del poder o bien ayudar a derrumbarlo, sea ladrillo a ladrillo", señaló el portal "La Tiranía Invisible".

    Los 007 solían enviar reportes constantes y puntuales de las reuniones que ambos sostenían, sobre todo en los tiempos en que acogieron en su casa al famoso líder bolchevique en el exilio León Trotsky tras su llegada a México en 1937.