¿Por qué molesta la campaña #YoVotoSí de Cuba?
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«En autobuses, en supermercados o en televisión: en Cuba, el eslogan del gobierno socialista #YoVotoSí por la nueva Constitución, que se someterá a referendo el 24 de febrero, aparece por todos lados y genera críticas en las redes sociales», publicó la AFP.
Curioso resulta que exista preocupación por la campaña del Sí y absolutamente ninguna por la del #YoVotoNo, lanzada por EE.UU. contra el referendo constitucional para tratar de influenciar en los resultados.
Algunos esgrimen que se ha hecho campaña electoral, pero olvidan que esta consulta popular sobre el proyecto de reforma constitucional, que tuvo lugar desde el 13 de agosto hasta el 15 de noviembre y fue aprobada por la Asamblea Nacional en diciembre último, no es ese tipo de campaña porque no se hizo en favor de ningún candidato a puesto alguno y tampoco está prohibida por la ley.
Al parecer, inquieta que el gobierno cubano haya sido capaz de dirigir un proceso participativo, transparente y democrático, algo impensable ahora mismo en países como Francia, donde los chalecos amarillos llevan tres meses ininterrumpidos de protestas en contra de Emmanuel Macron, a quien claman sábado tras sábado por justicia social, reformar la Constitución en aras de una democracia plena y realizar referendos nacionales sobre temas relevantes.
Lo cierto es que, duélale a quien le duela, en nuestro país se desarrolló un ejercicio de profundo debate que dio lugar a una Constitución que es el fruto de la construcción colectiva, atemperada al país que tenemos y que queremos. Una Constitución que marca una pauta, no solo en América Latina, sino también en el mundo, por los derechos que contempla y las garantías a esos derechos.
Pero ¿por qué molesta la campaña del #YoVotoSí?
Bueno, quizás moleste porque con ese Sí reafirmamos que, a 60 años del triunfo de una Revolución Socialista, los cubanos tenemos memoria histórica, y que ni Obama con sus encantos de actor, ni Trump con su torpeza evidente, han logrado que renunciemos a ella.
Deberían los indignados con esta Revolución molestarse en serio y tratar de imitarnos o superarnos en lo que a democracia se trata. ¿Por qué Donald Trump no organiza un referendo nacional sobre sus políticas, en lugar de financiar golpes imperialistas contra la hermana Venezuela y campañitas anticubanas?
La Constitución que aprobaremos los cubanos este domingo es la Constitución de nuestro pueblo; es la Constitución de nuestros jóvenes; es la Constitución de nuestros estudiantes. Juntos la hicimos y juntos la defendemos.
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