Trump y sus pandilleros contra Venezuela

A manera de apéndice, apoyan al llamado opositor Juan Guaidó, quien enajenado se auto designó “presidente interino” de Venezuela.
En primer lugar, citan a John Bolton, asesor de Seguridad Nacional del mandatario.

Desde su llegada a la Casa Blanca se caracteriza por ser más agresivo que su predecesor, el general H.R. McMaster, y llevar adelante una guerra ideológica contra fuerzas progresistas al estilo de Cuba y Venezuela.

Bolton como subsecretario de Estado durante el gobierno de George W. Bush estimuló la teoría del “eje del mal” sobre Corea del Norte, Irán e Iraq.
Ahora fabricó un nuevo enemigo: "troika de la tiranía" integrada por Venezuela, Cuba y Nicaragua.

También defiende la supuesta facultad estadounidense de unilateralmente realizar ataques militares preventivos.

Por esa razón, en su descubierta nota sobre el envío de “5 mil tropas a Colombia” motivó un especial revuelo continental.

Ha trasladado el odio contra Nicolás Maduro a su muy empleado Twitter, donde ha llegado a recomendarle asilarse en una playa fuera de Venezuela.

Otro de los mencionados es Mauricio Claver-Carone, Director para Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Este funcionario de origen cubano, nacido en Miami, integra ese Consejo dirigido por Bolton.

Además formó parte del Departamento del Tesoro y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En una entrevista de prensa en enero pasado dijo: “La democracia en Venezuela ha sido usurpada por un grupo francamente criminal, que no tiene ni ideología, ni religión ni nada".

En 2003, Claver-Carone fundó un grupo de acción política para promover un cambio de gobierno en Cuba, (US-Cuba Democracy PAC), que ha donado fondos a las campañas de los legisladores republicanos, de origen cubano, Marco Rubio y Mario Díaz-Balart.

Se une al grupo Elliott Abrams, quien fue nombrado a finales del pasado mes, Enviado Especial de Estados Unidos para Venezuela.

Este ex diplomático ultraderechista respaldó, en 2002 el intento de golpe de estado en Venezuela.

En 1991 abogado de profesión se declaró culpable de haber ocultado información al Congreso sobre el caso Irán-Contra.

Se suma Marshall Billingslea que forma parte del equipo del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, diseñador de la estrategia enfilada a la presión económica hacia Venezuela, más allá del petróleo.

Con experiencia previa en los Departamentos de Defensa y Estado, fue el encargado de advertir, hace poco, que Venezuela frecuentemente recurre al comercio de oro.

El más ruidoso, Marco Rubio, legislador republicano ultraderechista por la Florida, de origen cubano, a quien EFE caracterizó: “la voz del Congreso estadounidense más contundente y crítica con Maduro”.

Rubio fue el primero en solicitarle a Donald Trump reconocer a Juan Guaidó como “presidente interino” de Venezuela.

Por otra parte, es un fiel defensor de las sanciones al gobierno de Nicolás Maduro.

Qué apuntar de Mario Díaz-Balart, de origen cubano, pues que forma parte del grupo que ha compartido temas relacionados con Venezuela junto a Trump.

Es el representante en el Congreso del territorio de Doral, la ciudad estadounidense con una gran cantidad de residentes venezolanos.

Este legislador ha pedido al Presidente incluir a Venezuela como un "Estado patrocinador del terrorismo".

Y Carlos Trujillo, de origen cubano, es el Embajador de Estados Unidos ante la OEA. Ha sido uno de los estrategas de Washington para apoyar a Guaidó en Latinoamérica.

He ahí la pandilla que acompaña diariamente a la desgastada presidencia de Donald Trump para tergiversar y dañar la imagen de Venezuela en el mundo. Dios los cría y ellos se juntan.