CRÓNICAS BIEN CORTAS: ¡Ni una tarjeta más, por tu vida!
En la hora pico del mercado de las Galerías Paseo, como era de esperar, la cola ante las cajas era enorme. Casi diez minutos llevaba cuando noté que la señora que tenía detrás mascullaba. Se dio cuenta de que yo me había dado cuenta y creyó que debía darme una explicación:
—Estoy rezando porque no aparezca nadie más que quiera pagar con una tarjeta. Esta que está pagando ahora es la segunda desde que estoy aquí, y cada vez que aparece una, la cola se demora cinco minutos más. ¿Tú vas a pagar con tarjeta?
—No se preocupe, voy a pagar en efectivo.
—Menos mal. Yo te digo que no es fácil todo lo que hay que comprobar para pagar con una dichosa tarjeta. ¡Un poco más y te piden hasta la certificación de nacimiento!
—Supongo que sea para estar seguros, para que no haya trampas…
—Mira, mi amor, yo estuve en México para ver a mi hija, y allí todo el mundo paga con tarjeta. Yo te digo que es más rápido que pagar en efectivo. ¡Difícil te lo ponen aquí!
Entre tanto, la cola avanzaba lentamente. Y cuando tenía solo dos delante, ¿adivinen qué?, ¡apareció otra tarjeta! Había que ver la cara de la señora…
Añadir nuevo comentario