Entregan hoy categoría académica cubana a eminente científico de EE.UU.

El otorgamiento del título será este jueves en una de las sesiones de la Oración a Finlay, homenaje a Carlos Juan Finlay, eminente científico cubano (1833-1915) descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, informó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias la Doctora en Ciencias Físico-Matemáticas Lilliam Álvarez Díaz, de la ACC.

Por su contribución al desarrollo científico, Rasenick obtuvo el voto unánime de sus colegas cubanos en el Pleno de la institución en 2015, que otorga esa categoría a personalidades no residentes en el territorio nacional por su sobresaliente aporte al desarrollo científico, recordó.

Rasenick había sido propuesto en el encuentro por el Doctor en CienciasnPedro Valdés Sosa, vicedirector general del Centro de Neurociencias denCuba, quien argumentó sobre sus resultados investigativos.

Mencionó entre ellos la señalización de la proteína G y el citoesqueleto, y su relación con los desórdenes neurodegenerativos, de
estado de ánimo y el funcionamiento normal del cerebro humano.

En 1996 estableció contacto con nuestro centro como parte de una delegación biomédica de la Universidad de Chicago, y a partir de ese momento ha trabajado sistemáticamente en favor de las relaciones científicas de EE.UU con Cuba, añadió Valdés Sosa.

La Oración a Finlay es una iniciativa tradicional que data desde 1928, en ocasión de las celebraciones del centenario de su nacimiento y que constituyó después un Acuerdo de la Academia de Ciencias de La Habana en 1933.

Desde hace años, es otorgada en el país la Orden que lleva su nombre a personalidades nacionales por sus méritos y aportes al desarrollo social y económico.

El 14 de agosto de 1881, el eminente investigador presentó en esa institución su tesis sobre el mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la fiebre amarilla y elaboró un plan antivector para erradicar la enfermedad.

Por la trascendencia de su descubrimiento, en 1975 la UNESCO lo incluyó entre los seis microbiólogos más destacados de la historia y en 1981 adjudicó por primera vez su Premio Internacional en aras de reconocer los avances en la Microbiología.