Recibe López Obrador bastón de mando y 'limpia' de aborígenes

Fue en una ceremonia en la Plaza de la Constitución, en el Zócalo, donde antes el nuevo mandatario ofreció en el Palacio Nacional un almuerzo (comida en México), aunque sin chiles (picantes) ni bebidas alcohólicas, a los jefes de Estado y dignatarios presentes en su investidura.

El Bastón de Mando simboliza el poder y la jerarquía de los líderes, y al hacerlo depositario el gobernante recibe el reconocimiento y respaldo moral de la población originaria de México.

Durante su campaña electoral, el ahora presidente recibió de diversas comunidades indígenas bastones de mando, entre otras distinciones como coronas y collares de flores, así como 'limpias' con hierbas para alejarle las malas energías.

Para Adelfo Regino Montes, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y encargado de la ceremonia tradicional, la entrega del báculo tiene un alto significado para esta comunidad, pues representa el compromiso del mandatario con este segmento de la población.

Previo a la entrega del cayado en el Zócalo capitalino, tuvo lugar una ceremonia de purificación y consagración del nuevo presidente en la que se usaron flores, sahumerio y copal, entre otros elementos.

En su segundo discurso del día, con el Zócalo pleno de multitud, López Obrador reiteró sus promesas hacia los sectores más desprotegidos, en particular los indígenas, y en particular su batalla anunciada contra la corrupción que, dijo, ha corrompido al país desde los estamentos gubernamentales y privados. Eso se acabó, enfatizó.

Al término de su extenso discurso continuó en el Zócalo el Festamlo, festival cultural que toma las siglas del mandatario, en el que actúan cantores y grupos musicales que engalanan la fiesta patria que hoy vive México.