Caverna de Santa Catalina: maravillas subterráneas

Caverna de Santa Catalina: maravillas subterráneas
Fecha de publicación: 
24 Noviembre 2018
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Cuando nos adentramos en la caverna de Santa Catalina, ubicada a 17 kilómetros del balneario de Varadero en la provincia de Matanzas, ingresamos a un mundo bajo el mundo; galerías que esconden bellezas inimaginadas, nieves pétreas, gemas con las que no pudo soñar ni la corona del más poderoso de los reyes.

En un trazado caprichoso se extienden los corredores, se entrecruzan, suben o bajan hacia todas las direcciones posibles para conformar una especie de laberinto.

Ajenas a la luz o, a intervalos, deslumbradas por los rayos solares, residen las formaciones minerales que la persistencia de la naturaleza ha transformado en sorprendente arquitectura. Estalactitas, estalagmitas, helictitas, todas de aspectos disimiles y cada cual más hermosa que la anterior.

Pero el prodigio mayor de Santa Catalina son, sin dudas, las estalagmitas de arena de calcita y aragonito llamadas “hongos de piedra”, únicas en su tipo en el todo planeta. Estos gigantescos “champiñones”, junto a las estalactitas en forma de campana y esféricas, se roban el protagonismo.

La relación del hombre con esta gran caverna data de antes descubrimiento de América, desde el 1200 a.n.e. Dan fe de ello más de 500 dibujos rupestres ejecutados en carbón y el esqueleto fósil de un aborigen, hallazgo totalmente novedoso para la ciencia cubana.

Se afirma también, por la evidencia encontrada: tallas en huesos y madera, cerámica y vidrio, que el lugar debió servir como refugio a esclavos evadidos de las plantaciones azucareras de la zona.

Hacia finales del siglo XIX, junto a la entrada sur se estableció una familia muy devota de Santa Catalina de Siena, por lo cual la finca tomó dicho nombre. Con él aparece registrada por primera vez en el Catastro de las Cuevas de Cuba, del doctor Antonio Núñez Jiménez, un estudio realizado durante los años cuarenta del pasado siglo.

Para develar los secretos de Santa Catalina se comenzó su exploración en 1963 y ya en el 69 se había trazado el primer mapa. Muchas de sus particularidades han salido a la luz desde entonces, aunque, según afirman los especialistas “la espeleología aún no ha dicho la última palabra”.

Además de sus valores paleontológicos, arqueológicos e históricos; la gruta cobra relevancia como hábitat de distintas especies animales. En sus galerías, especialmente en el espacio nombrado trampa térmica, cohabitan once tipos de murciélagos. También se pueden hallar peces ciegos (Lucífugas poeyi) en los depósitos de agua dulce.

Miles de personas han visitado ya este mundo bajo el mundo, donde la perfección de una gota de agua transita miles de años para edificar catedrales jamás pensadas, templos en los que el hombre se rinde ante el milagro de la naturaleza.

Comentarios

me gustaria saber la edad del esqueleto fosil

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