Santiago de Cuba con brazos y corazón abiertos al Septeto Santiaguero

Al conocer la noticia y la participación del colectivo en la ceremonia de premiación en la ciudad estadounidense de Las Vegas fueron muchas las personas que se alegraron por ese éxito sostenido, en el cual está presente el apego incondicional al legado sonoro que emana de estas calles empinadas.

En las instalaciones culturales y en particular las de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), con sus Estudios Siboney al frente, reina el entusiasmo porque ese producto cultural tuvo una significativa contribución en ese recinto fundado aquí por el Comandante de la Revolución Juan Almeida.

El ente discográfico, ubicado en el centro histórico urbano, cuenta con calificados y competentes técnicos y grabadores, entre los cuales figuraron en esta producción Ismael Torres, Edgar Leyva e Iván Salas, quienes lograron alta calidad con un equipamiento tecnológico requerido de mejoramiento.

Los 12 temas incluidos en A mí qué-Tributo a los clásicos cubanos, que se alzó con el preciado fonógrafo, fueron interpretados conjuntamente con el músico dominicano José Alberto El Canario, con el que el SS sostiene una estrecha colaboración.

De esos vínculos fructificó el primer Grammy con No quiero llanto-Tributo a los Compadres en el 2015, que también fue nominado en la versión anglosajona, en defensa del más auténtico patrimonio musical cubano con sus raíces afincadas en el son, la guaracha, la trova, el bolero y otras sonoridades.

En esta placa, sacada a la luz por la Egrem, tomaron parte Gilberto Santa Rosa, Pancho Céspedes, Edwin Colón, Alexander Abreu, Orlando Valle Maraca y Krency García 'El Prodigio', en una comunión artística que ya incluyó en otros fonogramas a Rubén Blades, Oscar de León, Andy Montañés y Eliades Ochoa.