En Kuwait, estatuas escondidas por culpa de los conservadores

En Kuwait, estatuas escondidas por culpa de los conservadores
Fecha de publicación: 
11 Noviembre 2018
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El artista sigue creyendo que “la escultura es eterna, al menos si se usan buenos materiales” y sueña con exponer su trabajo en las calles de su país natal.Pero sus proyectos se topan con las costumbres más conservadoras del islam, que prohíben la representación del cuerpo.

Pero, pese a ser un musulmán practicante, nacido y criado en Kuwait, Sami Mohammed, de 75 años, ve las cosas de otro modo.

“Somos musulmanes.Practicamos nuestra fe” pero “debemos superar esos problemas [de representación] pues el ser humano, el individuo, tiene la razón y el pensamiento”, explica a la AFP el escultor.

“Ya no vivimos en la ignorancia.Vivimos en la era de la tecnología”, añade el artista, que lleva más de medio siglo creando obras.

La estatua que realizó, dedicada al primer emir de Kuwait, Jeque Abdalá Al Sabah, habría sido encargada por un magnate de la prensa.

– “Mentalidad retrograda” –

El Museo de Arte Moderno de Kuwait, que abrió sus puertas en 2003, alberga multitud de estatuas humanas de artistas kuwaitíes.Pero todas están escondidas, fuera de las miradas del público, mientras cunde el debate en torno al islam y el arte.

La idolatría está prohibida en todas las religiones monoteístas, pero ciertas interpretaciones del islam vetan también cualquier representación de la forma humana.

Y, aunque no exista ninguna ley en Kuwait que prohiba la exposición de esculturas o de estatuas en lugares públicos, el emirato del Golfo cuenta con un círculo influyente de religiosos conservadores que hacen presión para que éstas se mantengan guardadas.

Según el artista kuwaití Badr Fadel Alemdar, de 42 años, es el “miedo” de los funcionarios, que temen una confrontación con esos conservadores, lo que impide que las esculturas salgan a la luz.

En septiembre, el diputado kuwaití Mohammed Hayef Al Mutairi, pidió al gobierno que ponga fin a la creación de estatuas por parte de los artistas locales, considerando que autorizar una representación de un ser vivo y su idolatría podrían, a fin de cuentas, “abrir la vía al establecimiento de lugares de culto” para otras religiones en Kuwait.

Otro diputado, por su parte, tildó esta visión de “atrasada”.Ahmed Al Fadel alzó el tono contra quienes pidieron en septiembre el cierre de una tienda que vendía figuritas impresas en 3D.

“Quiero saber cuánto va a durar esta actitud retrógrada”, clamó Fadel en un video grabado fuera de la tienda.

“Es un país de libertades regido por la ley […] 1.400 años después, ¿ustedes siguen hablando de ‘ídolos’?Lo que ustedes deberían hacer es encontrar una cueva y quedarse ahí.Voy a pedir la creación de una estatua de mí mismo para exponerla en mi despacho del Parlamento y esperar a ver quién habla de ello”, incidió.

– Zidane, vetado –

Aunque Kuwait albergue un importante museo de arte y Emiratos Árabes Unidos, no muy lejos de allí, el Louvre Abu Dhabi -con esculturas expuestas al público-, la batalla entre conservadores y artistas está presente en todo el Golfo y más allá.

En octubre de 2013, Catar instaló una estatua en honor del controvertido cabezazo que el futbolista Zinedine Zidane asestó al italiano Marco Materazzi en la final del Mundial 2006.

La escultura, de cinco metros y obra del artista francoargelino Adel Abdessemed, desató una ola de protestas en las redes sociales, donde los conservadores denunciaron una idolatría prohibida en el islam.

Al final, la estatua fue retirada del paseo marítimo de la capital, Doha.

Unos meses antes, en junio de 2013, las autoridades locales de la provincia de Jizan (suroeste de Arabia Saudita) desmantelaron unas esculturas de caballos, levantadas en una rotonda, después de que un alto responsable religioso denunciara “un gran pecado”, pues también se trataba de una representación de un ser humano creado por Dios.

Numerosas obras maestras han sido destruidas en las múltiples guerras en Oriente Medio, especialmente a partir de 2014 con el auge del grupo ultrarradical Estado Islámico en Irak y en Siria, donde decenas de sitios y obras históricas fueron destrozados.

Pero esto no acabó con la esperanza.”La gente se acostumbrará a ver estatuas en el futuro”, afirmó Bader Al Daweesh, un funcionario del Consejo Nacional de Cultura, de las Artes y de la Literatura de Kuwait.

Un país que “no puede separarse del resto del mundo”, según Samir Mohammed.

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