No hay nada peor para el clima que quemar carbón, dice una experta estadounidense

La ciencia demuestra que no hay nada que contribuya más a causar el cambio climático que quemar carbón, dijo el martes una exdirectora de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, con una postura que contrasta con las políticas del presidente Donald Trump a favor de los combustibles fósiles.

Trump anunció el año pasado que Estados Unidos renunciaría a un pacto climático mundial firmado en 2015, alegando el daño que suponía para la economía de EEUU, y volvió a promover la energía procedente de combustibles fósiles, lo que ha puesto en alerta a los casi 200 signatarios del acuerdo, incluidos algunos aliados cercanos de EEUU.

El lunes, un informe de la ONU indicó que incluso limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados, una meta más ambiciosa que el objetivo de 2 grados acordado en París, conllevaría cambios rápidos y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad.

Sin un cambio real, el mundo ni siquiera está en camino de alcanzar la meta de los 2 grados, según el informe de la Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), principal orientación científica para los Gobiernos sobre cómo implementar el Acuerdo de París.

“Tenemos grandes desafíos por delante y creo que eso es lo que el (informe) nos ha dicho... Un futuro con bajas emisiones de dióxido de carbono es mejor. Desde una perspectiva climática, nada es peor que quemar carbón”, dijo Gina McCarthy, exadministradora de la EPA, en una cumbre financiera del Financial Times en Londres.

“Me gustaría ver el cambio climático presentado como lo que la ciencia nos dice en lugar de una declaración política, que es como muchos en Estados Unidos lo presentan”, agregó, refiriéndose a la Administración Trump.

Bajo las reglas del Acuerdo de París, Estados Unidos no pueden retirarse del pacto hasta finales de 2020.

“EEUU va prácticamente en línea con los objetivos (climáticos), al menos en el corto plazo, es algo que está impulsando el mercado”, dijo McCarthy, quien dirigió la EPA bajo el predecesor de Trump, Barack Obama, en el periodo 2013-2017.

“Los mercados impulsan el cambio más rápido que la regulación. Los Gobiernos no serán los que hagan que avance tan rápido como hace falta”.

Sin embargo, Trump pretende revertir muchas de las normativas medioambientales introducidas por Obama, aunque McCarthy dijo que muchas de las propuestas no se convertirán necesariamente en realidad.

“Los anuncios y las propuestas hechas por la nueva administración no se han completado, no se basan en la ciencia y la ley, y eso no es exactamente una fórmula ganadora cuando uno va a los tribunales”, dijo.

“Hay un largo proceso detrás de todo esto y, finalmente, terminarán en los tribunales durante un largo período de tiempo. Esas reglas se aplicaron sólidamente y se basaron en la ciencia y la ley, y se necesitará mucho para deshacerlas”.