Nuevas regulaciones para transportistas en La Habana

El experimento busca adecuar sus servicios a las necesidades de la población capitalina, de acuerdo con el Ministerio de Transporte (Mitrans), y se dirige a los poseedores de medios automotores tipo auto, Jeep, panel y microbús, con capacidad para cuatro y 14 pasajeros.

Tras la publicación de la Resolución No. 175/2018 del Ministerio de Transporte (10 de julio) los porteadores conocieron las tres opciones de licencia a las que podrán acogerse: libre, en ruta y auto de alto confort o clásico, como únicas formas de mantenerse trabajando en el sector.

Los cuentapropistas que ejercen esa actividad, deberán presentarse en los departamentos municipales de la Dirección General de Transporte de La Habana con su carnet de identidad, licencia de conducción, circulación del vehículo, y la certificación de la actualización de revisión técnica favorable -Somaton- , que es válida desde el primero de julio de este año.

Quienes opten por la modalidad de taxis enrutados se asociarán a piqueras establecidas por el Consejo de la Administración Provincial y deben aplicar el precio de 5 CUP por pasajero para tramos de hasta ocho kilómetros.

Asimismo, deberán comprar combustible a través de una tarjeta magnética emitida por FINCIMEX S.A. con un precio diferenciado: gasolina de motor a 10 CUP, regular a 13 CUP y gasolina especial a 16 CUP, mientras que el diesel costará dos CUP.

Los porteadores privados que prefieran la categoría de “libre”, deberán utilizar una cuota mínima asignada de combustible, a precio minorista y utilizando una tarjeta magnética.

Marta Oramas Rivero, viceministra del Transporte, ha aclarado en varias oportunidades que los titulares de taxis libres podrán circular de forma autónoma y trabajar bajo el principio de la oferta y la demanda, pero no pueden brindar servicios en las rutas del experimento.

La regulación estipula que es obligatorio tener un consumo mínimo de combustible anual, distribuido por meses, en correspondencia con cada tipo de medio y su capacidad, de forma que se pueda comprobar su obtención de forma lícita.

Los porteadores pueden perder la licencia si maltratan a los pasajeros, no respetan las tarifas pactadas, operan en una ruta no autorizada, reducen el recorrido, emplean indebidamente el combustible asignado o cancelan el contrato de servicio con el operador.

Luego de cuatro meses, el experimento debe extenderse a las provincias de Mayabeque y Artemisa, para luego, en un año, abarcar progresivamente el resto del país.

Desde el Mitrans se ha afirmado que se pretende buscar un equilibrio entre los intereses del pueblo, los del Estado y del Gobierno, y de los transportistas que deseen participar.