Jorge Drexler: "Que me guste el reguetón no quiere decir que me gusten los reguetoneros"

Con más de una docena de discos en su haber y decenas de conciertos, el artista uruguayo quien se encuentra de gira desde hace casi un año con Salvavidas de hielo, su último álbum, afirmó además que aunque es un "poco difícil, le encantaría componer la letra de un reguetón.

"¿Cómo voy a despreciar el reguetón si, además, me parece que tiene un ritmo alucinante?" se preguntó el músico que este año figura nuevamente entre los nominados al Grammy Latino.

"Es un patrón rítmico que está extendido por todo el norte de África y tiene por lo menos diez siglos de antigüedad. Ya lo registraban como el “ritmo del diablo” en los burdeles de Persia en el siglo XI y tiene un quiebre de tres a dos que hace algo genial con las caderas", aseguró.

Para Drexler "hay canciones alucinantes como “Atrévete” de Calle 13: mira el potencial que tiene una canción con ese ritmo y que está bien escrita" y la culpa de que no haya más buenos temas en ese género es, desde su punto de vista, de "los compositores que nos creemos mejores que los demás y no nos metemos en esos géneros"

Sobre la industria cultural el cantautor uruguayo apuntó que el enemigo no es la industria, la industria es un emprendimiento" y agregó que no tiene nada en contra del comercio porque hay música comercial increíble".

"Así como hay canciones horribles, también existen proyectos que no son comerciales y no consiguen grandes ventas como la música de Fernando Cabrera en Uruguay o la de David Aguilar en México, pero tienen el más alto nivel de composición".

Según su criterio se trata de "una industria de generación de cultura que tiene sus virtudes y defectos como pasa con la industria de los calcetines. Los verdaderos enemigos son la industria armamentista, los déspotas y los tiranos.