Voly (m): una victoria, bastante experiencia

En honor a la verdad, este era el único partido asequible para los nuestros, dado el nivel actual de la plantilla y el de sus rivales, porque el otro que pudo ganarse, ante Finlandia, dependía más de un mal día de los europeos, mucho más acostumbrados a moverse en la elite.

Debemos recordar que los nuestros llevan ya un par de años alejados de la Liga Mundial, el evento en el cual topaban con asiduidad con los mejores del mundo, y su accionar más reciente se reduce a torneos continentales.

Si quitamos los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016, hace dos años prácticamente que estos voleibolistas no juegan ante rivales europeos, y eso se nota cuando llega un evento como el Mundial.

Por eso me parece que lo más importante era ganar en experiencia, y quizás ir pensando ya en un regreso de nuestro combinado a la Liga Mundial, un retorno que por supuesto sería por la puerta de atrás, desde las subdivisiones más modestas, pero que se hace necesario para subir un escalón cualitativo.

En los últimos años se han potenciado las categorías inferiores y el voleibol de playa en los dos sexos, pero ya es hora de ir pensando en la reinserción del sexteto masculino de mayores en la Liga, como medida para ir progresivamente subiendo nuestro nivel.

La calidad individual de los cubanos es innegable, pero esos altibajos que vemos a cada rato en los partidos obedecen en buena medida a la falta de seguridad para mantener ventajas, y a errores que se cometen muchas veces en los momentos más inadecuados, cuando se está decidiendo un parcial.

Este es el momento de llevar a los muchachos a un peldaño más elevado, y conjuntamente con su foguero individual en Ligas foráneas buscar el regreso a la elite del voly masculino, porque el potencial existe.

Si seguimos la progresión de estos jugadores, entonces le habremos sacado provecho a estas derrotas en la lid del orbe.