De contrataciones y bienvenidas

De contrataciones y bienvenidas
Fecha de publicación: 
14 Agosto 2018
0
Imagen principal: 

Si bien el balonmano no es una disciplina mediática en este país, el «experimento», por llamarle de alguna manera, funcionó perfectamente (se reconquistó el título centroamericano), y debiera servir de ejemplo para otros deportes que se resisten a tomar iniciativas similares.

Estoy pensando primeramente en el fútbol, porque sé que hay una decena de jugadores nacidos aquí o de padres cubanos que han mostrado públicamente su deseo de vestir la franela nacional, y no han sido debidamente tomados en cuenta.

Ya sé que el proceso pasa primero por un acercamiento del deportista a la Federación en cuestión por la vía formal, etc., pero hay que ser más agresivo en este sentido, sobre todo cuando se trata de disciplinas que están bastante mal en cuanto a resultados internacionales, y se beneficiarían mucho con las experiencias de estos atletas provenientes de otro ambiente.

Si el jugador ha dicho públicamente que quiere alinear con Cuba, pero por h o por b no ha podido, o no ha sabido llegar a las autoridades correspondientes, desde aquí se debe hacer todo lo posible para llegar a él. Estamos hablando de personas que ganarían poco o nada con sumarse a nuestras selecciones nacionales, que sí ganarían muchísimo con sus aportes en el orden técnico y táctico, sobre todo.

Sabemos que hay algunos deportes, sobre todo el béisbol, que tienen grandes barreras para sumar a los mejores en sus respectivas posiciones, pero incluso en la pelota, si no podemos integrar a los que se desempeñan en Estados Unidos, podemos hacerlo con otros que lo hacen fuera del sistema de las Grandes Ligas y tienen calidad como para estar en la preselección nacional.

Lo mismo va para el resto de los deportes, y creo que se puede lograr con un poco de voluntad de ambas partes. Sí, porque ponerse la camiseta del equipo Cuba entraña también responsabilidad, y existe un código de conducta a cumplir. Que este último sea lo más parecido a sus similares en el resto del mundo es otro paso a concretar, porque no podemos pretender que un atleta sacrifique los compromisos con su club para acudir a un tope amistoso, por poner un ejemplo extremo.

El balonmano puso la primera piedra, es hora de empezar a levantar el edificio; el deporte cubano lo necesita.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.