Veranes, Carty: dos campeones

Veranes, Carty: dos campeones
Fecha de publicación: 
31 Julio 2018
0
Imagen principal: 

La santiaguera de 21 años, Leidis Maris Veranes, desafió los pronósticos y obtuvo medalla de oro en el sable de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe. Por su parte, el camagüeyano de 27 abriles, Michael Carty, hizo lo mismo justo después en el florete.

En el Centro de Eventos Puerta de Oro se apagan las luces cuando comienza un combate de esgrima. La sala de prensa, que colinda con el área dedicada a ese deporte, se inunda por la oscuridad vecina. La escases de luz anuncia que en pocos segundos espadas, floretes o sables chocarán.

Todo queda en penumbras excepto el escenario sobre el que se alzan los contricantes. Es como ir al teatro.

Solo que la actriz princiapal de la obra Sable no es como las otras artistas. Al terminar su perfomance no inclina el cuerpo hacia adelante, no busca los aplausos, no sonríe ante el flash de las cámaras. Leidis Maris Veranes festeja la caída del telón lanzando sus rodillas al suelo con un grito agudo, casi escalofriante. Desciende y evita los micrófonos. “Estoy cansada”, se excusa ante de marcharse a los camerinos.

Las historias de las esgrima no tienen guion y eso es lo más atractivo. Claro, siempre sabemos que dos atletas pelearán por conseguir 15 toques o acumlar más que el rival durante los nueve minutos de combate.

Leidis Maris fue más rápida y agresiva que la experimntada panameña de 31 años, Eileen Grench, quien consiguió el primer punto antes de recibir cinco consecutivos propinados por la furiosa santiaguera, una década menor. Grench logró acercarse, coquetear con el empate, sin embargo Veranes siempre movió su arma hacia el punto ciego de la canalera.

Cuando la joven de 1.75 metros de estatura lanza el arma al suelo, se quita la máscara y se arrodilla de felicidad; sus compañeros de equipo, espectadores hasta ese instante, corren hacia ella, la abrazan, la levantan, la lanzan. Su triunfo es síntoma del éxito colectivo. Es el tercer oro en estos Juegos Centroamericanos para la esgrima cubana.

Terminada la premiación, a Leidis no le queda otro remedio que atender a los medios de prensa. Primero, para complacer a un fotorreportero, muerde la medalla. Después, tímida, con mirada esquiva y sincera modestia, explica su proeza mientras desea, seguramente, compartir la felicidad con su hermana, primera persona en quien pensó al saberse campeona.

“Me siento muy bien con este oro porque tuve mucha decisión, confianza y fe en lo que me propuse”, alcanza a comentar la protagonista.

Veranes reconoce la sorpresa de verse con la presea dorada en su pecho. “Llegó un momento en que cerré los ojos, hice las cosas, no sé cómo me salieron, pero al final pude vencer, apoyada todo el tiempo por mi gente de Cuba que estaba aquí”, relata sobre cómo se impuso en medio de la incertidumbre que genera una final.

Michael Carty: “Este resultado es del equipo entero”

Michael Carty tiene nombre de político británico, pero en realidad es esgrimista o actor, da igual. Su grito triunfal fue religioso: “¡Gloria a Dios!”, vociferó al bajar.

“Meses atrás sufrí varias lesiones, que me limitaron mucho, pero gracias a Dios me pude recuperar. El apoyo de mis hermanos de la iglesia me ayudó a continuar, por eso el agradecimiento a Dios es también a ellos”, dice.

Carty sabe que su victoria 15-9 sobre el colombiano Daniel Sconzoo es también gracias a su trabajo, al de los entrenadores, y al ánimo incondicional de su familia, de los vecinos del barrio la Mosca y la Guernica, en Camagüey.

Michael ganó con comodidad pese a obviar, a ratos, la estrategia trazada, el preguion. “El cuerpo de entrenadores me aconsejó defender atrás porque por mi estatura (1.90m) ese es mi fuerte, pero la ansiedad de querer terminar el asalto me provocaba ir alante”.

El ambiente que rodea el momento de su premiación es curiosamente entretenido. El divertido Carty, que disfruta de conversar con periodistas mientras insiste en mantener ordenado los pelos que la máscara aplastó, juguetea con su Baqui, lo sienta en el hombro, lo señala.

Luego regresa a la seriedad: “Este año en particular ha sido bien duro, tenemos escases como muchos deportes y Cuba lo sabe, pero el ímpetu, el deseo de ganar y de poner en alto nuestra bandera es lo que nos ayuda. Este resultado es del equipo entero”.

Cuando regresan las luces al Centro de Evento Puerta de Oro, la esgrima cubana, a falta de seis pruebas en Barranquilla, ya tiene cuatro oros, el doble del total coseguido en Veracruz.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.