Barranquilla 2018: Entre contrastes y preocupación

Barranquilla 2018: Entre contrastes y preocupación
Fecha de publicación: 
22 Julio 2018
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Si bien los deportes considerados bujías doradas para la delegación cubana aún no carburan, no es menos cierto que en estas tres fechas de competencias la variable efectividad no se ha comportado a tono con  lo esperado.

Las pesas y el taekwondo no aportaron ninguna nota dorada, en tanto el remo únicamente sacó, de cuatro pergaminos posibles, el de la dupla de doble par peso abierto de Ángel Fournier-Adrián Oquendo. De hecho, un binomio con experiencia como el de sus homólogas Yariulvis Cobas-Aimeé Hernández, doradas panamericanas en Guadalajara 2011, no se hizo justicia, como tampoco las embarcaciones de doble par ligeras, todas inferiores a sus similares mexicanas.

Entonces la alerta es lógica, especialmente viendo la pugna a brazo partido en la cima del medallero entre aztecas (19-16-21) y cafeteros (18-12-12), con Venezuela (5-7-6) y los nuestros (5-5-6) en calidad de escoltas, pero algo distantes.

Disciplinas como el patinaje, el clavados, el taekwondo y la halterofilia han catapultado el performances de los países punteros hasta este minuto, los mismos que de forma anticipada y bien incisiva en todos los estudios de contrarios se perfilan como mayores huesos para preservar la hegemonía centrocaribeña en poder de Cuba desde Panamá 1970.

Si en algún momento dudé de la posibilidad de que ese trío de países culminara con más de un centenar de títulos cada uno, ahora esa posibilidad la veo más latente, como también la urgencia de que los nuestros se adhieran con uñas y dientes a esa efectividad tan promulgada como arrullo infantil.

No podemos permitirnos caer en el mismo triunfalismo que en alguna medida asumimos de cara a los Panamericanos de Toronto 2015. La urgencia de rendir al máximo, desterrar presiones y demostrar la forma a la que cada minuto de preparación previo condujo a nuestros representantes pisa de manera imponente, y en aras de materializarlo, todos necesitarán comportarse con la contundencia del elenco masculino de tenis de mesa, o con la estabilidad, pese al debut y la inexperiencia, del elenco femenino de gimnasia artística.

Incluso, la filosofía de todos bien pudiera ser la de casi la totalidad de nuestros nadadores hasta este instante: conseguir topes personales en la competencia fundamental, algo a lo que siempre se aspira, en función de lo cual se diseñan los planes y períodos de entrenamiento, pero que no siempre se logra.

La gracia dorada le pertenece a…

Fournier es un extraclase, eso nadie lo duda. Por esa razón, en cualquier bote al que se suba el ídolo de Caimanera, Guantánamo, las aspiraciones le cambian. Incursionará en el lago Calima en cuatro eventos, y en la primera final disputada por él, su dupla con el cienfueguero Oquendo sencillamente fue letal para los adversarios.

Lástima que no pudimos decir lo mismo de los otros tres botes. Realidad distinta a la de Veracruz para los remeros, pues hace cuatro años barrieron con la decena de títulos puestos en concurso.

Puedo afirmarlo sin miramientos pese a casi no haber visto el desempeño de nuestras gimnastas. Solo sé que luego de la caída de la colombiana Melba Avendaño de las barras asimétricas, los 14.250 de Marcia Videaux, las matemáticas de puntuaciones, con cálculos y nervios como bolígrafo al límite… antes del global de 150.100 de las nuestras por 149.950 de las locales que desató el delirio, la competencia por colectivos de gimnasia artística femenina y ese cetro un tanto inesperado, constituyeron mi mayor disfrute sabatino.

Marcia además fue la gimnasta de mayor puntuación entre todas las competidoras, lo que lanza su candidatura al oro en la lid de all around. Como también sale en calidad de favorito el indómito Manrique Larduet. Para Marcia y compañía el premio al esfuerzo, la satisfacción de regalarse una presea dorada el día de su cumpleaños 19, y la mejor manera de redimir la ausencia por lesión de Yesenia Ferrera, con quien esa armada hubiese sido más sólida aún.

Contundencia, un vocablo que me gustaría se repitiera con creces entere los antillanos. Así fue toda la ruta del conjunto masculino de tenis de mesa. Resolutivos Andy Pereira, Jorge Moisés Campos, Liván Martínez y Juan Damián Rondón, capaces de resolver todos sus enfrentamientos por la vía de la pollona, incluidos los duelos semifinal y la definición sobre sus homólogos aztecas y puertorriqueños.

Bastó ver el último parcial de cada desafío versus los boricuas para constatar que salieron convencidos de su poderío y el objetivo a cumplir desde que tomaron la raqueta, hicieron el primer servicio, colocaron el primer remate en terreno de sus oponentes.

Aun cuando solo la librista Elisbeth Gámez se hizo de una presea de plata en los 200 metros estilo libre (tope personal de 1:58.55), su actitud y la de casi la totalidad de nuestros nadadores hasta este minuto, debiera ser copiada por cada competidor de la mayor de las Antillas. En el caso de Elisbeth sacó fuerzas extras e intentó rematar a la bahamesa Joanna Evans (1:58.03) quien únicamente pudo imponerse apelando a un récord para la cita.

Varios cayeron en la jornada por cierto, en la que entre otras marcas para los nuestros fue destacable el sexto puesto con crono cimero de Luis Vega en los 200 combinados (2:04.39).

El silencio me hace pensar que no fueron del todo loables los rendimientos de los pentatletas José Figueroa y Lester Ders…

La unión y fuerza de los colectivos

Al parecer los combinados de balonmano de Cuba enrumban hacia lo más alto del podio. Lamentablemente no se puede afirmar lo mismo del hockey, y si bien el béisbol mantiene su paso, le restan desafíos cruciales ante República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y Colombia, a tenor con el sistema de todos contra todos que rige el torneo. El baloncesto sigue enfocado, pero un hueso de nombre Puerto Rico aguarda. En tanto el polo acuático en uno y otro sexo aún no inicia las hostilidades.

Este domingo para Cuba habrá acción en la natación, la arrancada del ciclismo de pista, y la expectativa crece con las lides de máximo acumulador de la gimnasia artística. Remo, clavados, y halterofilia, continúan en su andadura, como también el patinaje de velocidad, el rácquetbol y otras disciplinas.

Yo, continuaré como hasta ahora, en un maratón televisivo, pendiente al más mínimo detalle de lo que puedan estar haciendo nuestras cartas, repitiendo el vocablo efectividad ante la inminencia de cada final en el horizonte.

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