Francia-Croacia: Potencia contra coraje

Después de haber visto las presentaciones iniciales de Francia en el Mundial de Rusia-2018, nadie en su sano juicio puede irles en contra. Frente a Argentina, Uruguay y hasta con Bélgica, los galos salían como favoritos, y repetirán el cartel en la final contra la sorprendente Croacia.

Ahora bien, un juego de fútbol puede arrojar muchas sorpresas, y como mismo siempre se dejó una ventana abierta para argentinos, uruguayos y belgas, ahora habrá un ligero margen para los croatas.

No obstante, a lo largo del torneo la selección al mando de Didier Deschamps ha llevado la batuta de todos sus partidos, apretado cuando ha necesitado apretar, y controlado cuando debía controlar. Los franceses conjugan en sus filas la veteranía de hombres como Varane, Giroud o Matuidi con la frescura y el talento de Griezmann, Pogba o Mbappé, y esa combinación casi siempre rinde frutos.

Solamente estuvieron debajo momentáneamente en el duelo frente a Argentina durante unos minutos, pero la reacción fue tan violenta que no pararon hasta marcar tres veces, casi una detrás de la otra. Esa garra mete miedo, y desde ese momento nadie más ha querido, o podido, despertar a la fiera.

Sin embargo, en el bando contrario hay un equipo de gente que se conoce de memoria, que da la vida en cada jugada, y que ha derrochado coraje para sacar fuerzas de donde no las hay. Nadie jamás jugó tres prórrogas seguidas en un Mundial (eso equivale a un partido más), o sea, que en un mes van a tener que celebrar ocho juegos, a dos por semana, con la diferencia de que en estos últimos el tiempo de descanso ha sido dramáticamente inferior.

Esto se ve a veces en el fútbol de clubes, pero allí se puede rotar mucho más, en dependencia de la importancia que se le dé a cada competición, pero aquí las cosas son de vida o muerte, y Croacia lo ha hecho todo con un máximo de 16 futbolistas, que en el caso de los titulares, han llevado al máximo su físico.

Pensé que no podrían contra Inglaterra, pero el pundonor a veces puede más, y así lo hicieron en esta semifinal de infarto. También están acostumbrados a venir de abajo, pues así han estado en todos los encuentros de eliminación directa, por lo que no se les puede permitir asentarse en el partido, algo con lo que ha jugado constantemente Francia en choques anteriores.

Los croatas merecen el título por la convicción mostrada hasta ahora, pero no queda equipo más sólido que Francia. Si a esto se suma lo desgastados que están los balcánicos en el orden físico, todo apunta a la segunda estrella en la camiseta de Les Bleus.